miércoles, 12 de noviembre de 2008

“Que no es un bibliófilo-2008”

Termino de leer los comentarios del artículo del blog “El bibliómano”, “Mis librerías de viejo” y no puedo dejar de sentir cierta tristeza al encontrar bibliófilos que creo que han perdido el norte.

Siempre he tenido, o creído tener, la mente clara y despierta y sobre todo he procurado ser de mirada amplia. Por lo qué en bibliofilia no se puede poner límites, ni se puede medir por ningún rasero a como se debe, y con que criterio se coleccionan libros. Y cuando digo coleccionar entiendo la definición de la RAE: Acción de reunir un conjunto ordenado de cosas, por lo común de una misma clase y reunirlas por su especial interés o valor. Y extrapolando a la bibliofilia, entiendo por bibliófilo aquella persona, de cualquier raza, religión, pensamiento o posición social que por cualquier motivo, ya sea por el contenido, por el continente o por motivos históricos, sociales o religiosos, ama el libro de tal forma, que forma o intenta formar una biblioteca o colección de libros, conforme a sus gustos e intereses. Es decir, amaras al libro en general. Los tuyos propios y respetarás los del prójimo.


Y todo esto viene a colación del primer comentario del Sr. Yarfoz. Y es que no tiene desperdicio. En un primer lugar dice: “la discreción se ha hecho virtud rara entre los bibliófilos de recursos, mayoritariamente soberbios y dados a cacarear sus adquisiciones a golpe de talonario”. En esta primera frase encuentro cierto rencor hacia las personas de recursos que compran libros. No entiendo porqué. A mí personalmente me viene al pairo que otros compren más o menos libros, más o menos caros. ¿Realmente de que modo me afecta esto negativamente? A no ser que me levante un libro en una subasta, que no creo, ya que no pujaremos por los mismos ejemplares. En mi caso particular soy un autónomo, más bien en lo económico, tirando a mediocre. De modo que estas pataletas no me encajan. Y es más, y lo reconozco, conozco a dos bibliófilos de recursos y precisamente de uno de ellos, lo último en la vida de lo qué se le podría tachar es de soberbio. Y el otro, su discreción raya en el secretismo.


Para más inri y después de lo dicho, el Sr. Yarfoz dice más arriba en respuesta a un comentario del Sr. Mallén: “jamás descalifico a nadie por el hecho de tener -o no tener- dinero. Tampoco en este post lo he hecho, y le reto a que me diga en qué párrafo y línea.” En fin este señor no sé si lee lo que escribe o pretende escribir lo que no piensa y luego se le escapa.

Otra perla que suelta es “Y digo esto pese a que Juan Manuel Bonet me ha pisado en más de una ocasión un libro en el Rastro, a esas horas frías y aún nocturnas del duro invierno madrileño, cuando sólo andamos por allí los bibliófilos de verdad”. Y digo yo, los que compramos por Internet, en ferias o simplemente librerías de viejo, ¿somos de mentiras?

Continúa diciendo: “Y es que el Sr. Bonet me ha parecido siempre un cazador bien armado, con el mejor equipo; pero discreto, silencioso y modesto. En cambio, no podría yo decir lo mismo de algunos de sus "prestigiosos" compañeros de cuadrilla en tales safaris madrileños...”. Pienso que la caza y la compra son muy similares al menos en el género masculino, por aquel estudio sociológico que dice que, en el acto de la compra el hombre es cazador y la mujer recolectora. Pero en el caso del Sr. Yarfoz, da la impresión de que lo importante no es la presa sino el disparo.

Y finalizando dice “La verdad es que no envidio demasiado su biblioteca, tan llena de vanguardias del Este, veintisietes, arte moderno, alta bibliofilia, ediciones limitadas y primeras de los sempiternos sudamericanos... Demasiado políticamente correcta y pasto de bibliófilo a la moda, según lo tasado y estipulado por librerías de postín como la de Abelardo Linares, Manolo del Pino o Farré; por casas de subastas y manuales de literatura al uso... ¿Cuándo acabará esta moda?”. Con lo que viola el principio de “respeta los libros de los demás” Por lo visto solo es modélica su biblioteca, a las otras aun les queda por aprender.

El ofendido Sr. Mallén sale educadamente victorioso y mostrando al final de sus comentarios, educación, caballerosidad, elegancia, conocimientos y sobre todo espíritu bibliófilo.

Concluyendo el Sr. Yarfoz elogiando al Sr. Bonet nos ha mostrado que “no” es un bibliófilo.

2 comentarios:

Diego Mallén dijo...

Buenas noches Lamberto. Como sabes por problemas familiares ando algo ocupado y con poco tiempo disponible para los libros. Acabo de leer tus reflexiones y aunque soy parte interesada te agradezco tu defensa de mi persona y de mis comentarios. probablemente el señor Yarfoz no quiso decir lo que dijo y tal vez mi contestación fua algo dura. Pero tu reflexión que subyace en tus palabras, aparte de quienes intervenimos en el epistolario, es valiosa, inteligente y apropiada. No sé si el señor Yarzof pensará igual. ¡Qué absurdo atacar a libreros, decir que el buen Josep María Farré es librero de postín! Mil más libreros postineros deberíamos tener en nuestra España y no nos iría nada mal a los bibliófilos. En fin, dejemos que el tiempo dulcifique el enfrentamiento y que la bibliofilia, en palabras Quijotescas, siga siendo república bien concertada. Saludos cordiales y nocturnos,
Diego.

lamberto palmart dijo...

Amigo Diego, tal vez me deje llevar por la adversión al ataque pueril, ya que tienes razón en lo de que la bibliofília a de ser un lugar de encuentro y no de discusión. Saludos con el deseo de que todo mejore positivamente.

Lamberto Palmart