viernes, 6 de marzo de 2009

“Examen práctico del Magnetismo animal” – 1817

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En la biblioteca de un bibliófilo, evidentemente encuentras libros de diferentes temáticas, tamaños, encuadernaciones, idiomas, etc., pero todos o prácticamente todos tienen en común haber nacido en el taller de algún impresor mas o menos conocido, más o menos antiguo. Siempre resulta excepcional encontrar un manuscrito; precisamente el hecho haber sido copiado por un amanuense o como en este caso, ser las letras que han fluido directamente de la mente del autor a través de su mano, la pluma y la tinta, lo convierten en una singularidad, una pieza única a la que se le debe un cariño especial. Cada trazo, la personal caligrafía, los subrayados, y cada detalle del original trasmiten la personalidad del autor y su estado de ánimo. Todo ello permitiría un estudio grafológico.
El autor de este legajo es solamente conocido en círculos muy especializados de la historia de la medicina, pero puede resultar interesante entrar a leer los personales trazos de alguien que escribió hace casi doscientos años las ciento catorce páginas que componen este curioso escrito.



Antes de entrar a explicar el contenido de este manuscito os haré una breve biografía del autor, se trata de Luis Aquilino Pulleiro, socio de la Real Academia de Medicina de Madrid, primer médico del Hospital Real de La Coruña y titular del Real Acuerdo del Reino de Galicia. De él solo se conoce impresa una pequeña obra de sesenta y cinco páginas en 4º titulada “Daños que ha causado la falta de policía en La Coruña y descripción de las enfermedades que han reynado en su Hospital Militar por los meses de Enero, Febrero y Marzo de 1812” impreso en la oficina del Exacto Correo [s.a.] , [s.l.].

En esta obra se describen los daños que ha ocasionado la falta de policía -entendida como falta de aseo y limpieza- en La Coruña y la descripción de las enfermedades que han sido más comunes en su Hospital Militar por los meses de Enero, Febrero y Marzo de 1812, e informa de la llegada de 342 prisioneros italianos bajo las órdenes de Espoz y Mina, a los que considera los causantes del brote de una epidemia, y de la mortalidad que esta ocasionó entre la población civil y militar. De ella solo aparecen cuatro ejemplares en el CCPBE uno de ellos en la Biblioteca del Senado.

Curiosamente también, esta fue la primera obra de medicina impresa en La Coruña, hay que tener en cuenta que la imprenta no se implanta de forma estable en La Coruña hasta 1806, momento en el cual se funda la imprenta de Viuda e Hijos de Riesgo. Anteriormente solo tengo noticia de una impresión hecha por el impresor compostelano Antonio Frayz en 1679, “Ordenanzas de la Real Audiencia del Reyno de Galicia”. Posiblemente en algún taller móvil, como hizo el impresor sevillano Rodrigo Cabrera que imprimió una obra en Cádiz en 1598.



Este inédito manuscrito es el examen práctico que presenta el Dr. Pulleiro a la Real Academia de Medicina de Madrid. En este examen trata de dar luz con sus experiencias, sobre una doctrina que circulaba entre los galenos de la época, la del “magnetismo animal”, esta doctrina proviene de Franz Mesmer creador e impulsor del mesmerismo, preludio de la hipnosis moderna. Dicho magnetismo animal se suponía que era un fluido universal que circulaba por el organismo humano y animal, cuyo desequilibrio originaba las enfermedades nerviosas. Idea que viene de la concepción del universo, ligado a la alquimia europea de los siglos XVI y XVII.

Tuvo Mesmer muchos seguidores a finales del XVIII y principios del XIX, a pesar de que la idea del fluido magnético fue desechado científicamente por la Comisión Real francesa, compuesta por eminentes científicos de la época, como Lavoisier, Franklin, de Jussieu, etc., en 1785 y nuevamente fue llevada a examen y desechada en 1825. El mismo Edgar A. Poe en su cuento "La verdad sobre el caso del señor Valdemar" nos describe los teóricos efectos de la mesmerización.

En el recto de la primera hoja constan los datos que ya os he facilitado a modo de portada, según podéis apreciar en la fotografía. Al verso de esta primera hoja anota un aforismo de Hipócrates, continúa con una introducción de esta memoria, que os transcribo : “Parece difícil creer que después de tantos escritos como salieron a luz acerca del magnetismo animal, después de muchos años que han corrido desde que se empezo ha hablar de este fenómeno, y después de haber comprendido su examen algunos sabios distinguidos no esté resuelto el problema de un modo satisfactorio, y capaz de extinguir los altercados que todos los dias se renuevan , ya exaltando, ya despreciando el magnetismo. El hecho con todo es demasiado cierto, y los escritos de Montegre y Deleuze publicados en Paris en 1812 y 1813 prueba que la cuestión se halla en el mismo estado de disputa que tenía el año 1784. Doloroso es por cierto que estén divididos los pareceres en un punto que toca tan de cerca de la salud de los hombres, sin que se determine en fin de modo demostrativo, que cosa es el agente llamado magnetismo que [ilegible] pueden sacarse de su aplicación en el [trata]miento de las enfermedades . El espíritu de partido, la falta de crítica y de experimentos, la prontitud en decir, el tesón y vanidad en que sostener lo que una vez se ha pronunciado, eternizaron las contiendas, produxeron las sátiras, y han ocultado la verdad. No me presumo capaz de fijar la opinión, pero si puedo asegurar que me desnudé de preocupaciones para entrar al examen del magnetismo y que todos los casos que presento en apoyo de mis asertos tienen a su favor la verdad, sin exageración ni adorno alguno. Sólo presentado con crítica una serie de resultados puede terminarse la disputa, sin que en lo sucesivo entren en discusiones mal que algunos espíritus turbulentos, a quienes no tranquiliza la razón.”

Continúa esta introducción un par de páginas más pero creo que es suficiente para ver el estilo del Dr. Pulleiro y los objetivos que se marca en este examen.
Realiza una introducción histórica de esta teoría, situando en primer lugar a Paracelso al que tacha de personaje exaltado e imaginativo que rompe con las escuelas de Hipócrates y Galeno. Sigue la introducción durante veintidós páginas para luego explicarnos en los “Procederes” los métodos que emplean los magnetizadores para conseguir los fenómenos en el enfermo por la acción del fluido magnético. Los siguientes capítulos son: Resultados inmediatos particularmente del sonambulismo, Resultados del magnetismo para la curación de los males, Del fluido magnético y Conclusión.

Después de explicar procedimientos, métodos, casos y resultados, todos ellos muy curiosos termina el Dr. Pulleiro con este último párrafo que os transcribo: “En general sonámbulos y magnetizadores proceden de buena fe; a los primeros los alucina en enfermedad, a los segundos en filantropía, y el mismo defecto que en mi entender , se les puede echar en cara, es no haber estudiado suficientemente al hombre enfermo; esta reconvención no les ofende, porque para la mayor parte están muy distantes de hacerse valer por médicos, y si entre ellos hay alguno que profesen esta facultad, creeré que el buen deseo de aliviar sus enfermos, los conduce a dar al magnetismo un valor de que carece. Coruña…..de 1817”.



Este manuscrito en 4º lo adquirí una apartada librería de viejo, venía sin encuadernar y una mancha en la parte superior de algún liquido que lo impregno, oculta algunas palabras del texto. Sólo conservaba una rústica cubierta posterior, dejando la primera hoja al descubierto. Le di un vestido digno y un sitio entre mis libros, pasando del olvido, a mi biblioteca y de allí lo retiro para releerlo y así, ofreceros esta modesta presentación y recuerdo del Dr. Pulleiro.

7 comentarios:

Diego Mallén dijo...

Querido Lamberto, estos manuscritos son fascinantes y tienen la singularidad de quedar como obras perdidas hasta que la mano bibliófila, como en tu caso, los recata del olvido, ¡labor admirable!
La descripción que haces de él y de las tribulaciones del doctor Pulleiro interesantísima. ¡Cómo sería el Hospital Militar de La Coruña en 1812!
saludos bibliófilos.
PS: el ajetreo de fin de semana y el próximo viaje de la próxima me parece impedirán que cuelgue alguna cosilla, o sea, que quedas guardián del tesoro bibliófilo valenciano.

lamberto palmart dijo...

Amigo Diego, imaginate las precarias instalaciones y los penosos transitos de enfermos que dificilmente aliviarían sus dolencias, por ello es de agradecer a los médicos de estas épocas pasadas su interés en el beneficio del sufrimiento humano.

Tus deseos son ordenes para mi, guardaré el espíritu bibliófilo de Valencia.

Saludos bibliófilos.

Galderich dijo...

Querido Lamberto,
Es maravilloso que exista internet para dar a conocer un libro de esta categoría médica.
Gracias por compartirlo y cuando alguien busque algún dia alguna de las palabras claves que tu pones en el artículo se encontrará con la grata sorpresa de tu gran estudio entorno a este manuscrito.
Buen servicio, como el servicio que quería dar el Doctor Pulleiro a sus conciudadanos.

Querido Diego, buen viaje y ya ves que Lamberto deja la bibliofília valenciana a la altura de tus también provechosos artículos.

lamberto palmart dijo...

Estimado Galderich, somos afortunados de vivir en los tiempos en que vivimos y poder usar esta poderosa herramienta llamada internet, para dar a conocer nuestras humildes aportaciones al conocimento. Alguien encontrará nuestros artículos y les sacará provecho, y nosotros estaremos contentos por la labor prestada.

Saludos bibliófilos.

Diego Mallén dijo...

Amigos Lamberto y Galderich: esto de internet es estupendo, bien usado. Ahora entiendo la frase de no sé quién célebre (¿de Jeff Bezos?): "lo que no está en la red, no existe". Mi memoria falla... también hace poco escuché a un escritor (¡y demonio que no recuerdo quien era!) decía que hoy las novelas se escriben con Google: documentación en tiempo real de los asuntos más peregrinos o de los hechos históricos más perdidos. El Gran Diccionario de Moreri o el de Pierra Bayle pasarán a la historia como lugares donde encontrar las historias que nadie sabe. Pero el olor de los cueros de los diez gruesos infolios de Moreri o de los cuatro de Bayle, el olor de sus páginas, el crujir de la hojas... eso internet no lo da.
Bueno, caballeros, me voy el próximo viernes a los USA a visitar a mi hija. Volveré después de San José. La llama bibliófila valenciana la custodia con esmero Lamberto.
saludos bibliófilos¡¡¡

El Hortulano dijo...

Siempre me sorprende la facilidad (aparente, imagino) con que encuentras verdaderas joyas como la que ahora nos presentas. La teoría de Mesmer sobre el magnetismo animal y la del flogisto casi van de la mano en cierto momento y es difícil, conociendo que la élite médica de la época criticaba, despreciaba cuando no ignoraba sus efectos y aplicaciones, encontrar alguien que la estudie de esta forma.

Felicidades.

Adriana Pulleiro dijo...

Estimado Lamberto. Mi nombre es Adriana Pulleiro, nací en argentina y hace diez años que resido en españa. Soy doctora en leyes e historiadora por afición. He buscado los orígenes de mi familia gallega y hace años llegué hasta el Doctor Luis Aquilino, sobran los comentarios sobre el motivo de mi interés en contactar con usted. Mi correo es adrianapulleiro@yahoo.es Sólo quisiera leerlo y si es posible realizar un faxímil fotográfico. Un saludo y gracias por haberlo hallado.