lunes, 7 de abril de 2008

Historia de un ex-libris


Un viejo libro de mi biblioteca lleva un hermoso exlibris; grande, noble, excelso. Es un magnifico escudo de un marques, lo delata la corona; que lleva dos leones rampantes sosteniendo dos estandartes, uno de ellos con un león, el diestro; y el otro con un castillo, el siniestro. Una divisa a sus pies pone: “E cruce leo” y remata el escudo una celada frontal que sostiene otro león que lleva un escudo con la cruz de Santiago en su interior. A diferencia de la mayoría de los exlibris, este no tiene el nombre del propietario, no es necesario. Quien viera las armas de ese escudo heráldico, sabía perfectamente a quien pertenecía. Al menos cuando lo puso su propietario, allá por el siglo XVIII. Pero no hoy en día.
El libro que lo contiene, es un libro científico de la época ilustrada, mi favorita. Se titula “Ensayo sobre la electricidad de los cuerpos” del Abad Nollet. Traducido por Joseph Vázquez y Morales. Impreso en Madrid en la Imprenta del Mercurio en 1747. Un libro precioso en cuarto, encuadernado en pergamino, de 131 paginas y una lamina plegada al final de la obra. Una obra que, por primera vez en España, nos describe las primeras experiencias con la electricidad. Sin duda su poseedor, debía ser una persona culta e inquieta, ávida de los nuevos conocimientos. Conocimientos que llegaban a la sociedad, de manos de los científicos y filósofos (como se les llamaba a los científicos en aquella época), que con los nuevos aires de investigación, invadían de nuevas publicaciones las librerías.
¿Quién sería el hombre que compro aquel libro, hace casi trescientos años?
Hable con algún especialista en heráldica que me comento que buscar el escudo de un apellido no es muy complicado, por que hay mucha bibliografía, y es cuestión de buscar por orden alfabético en diferentes obras. Pero lo inverso es prácticamente imposible, ya que habría que hojear libro a libro, y comparar imágenes hasta dar con la misma. Pero unos amigos me dieron una buena idea -Busca información en Internet a través de la divisa del escudo-.
Lo primero que encontré fue un documento de la revista “La Ilustración española y americana” Una revista de divulgación cultural de aparición semanal que estuvo vigente desde 1869 hasta 1921. Pues bien, en el número XXXVII del año XIX de la revista, es decir el 8 de Octubre de 1875 aparecía un artículo sobre los ex libris en las páginas 214 y 215. En este artículo se hace referencia a la afición de algunas personas a coleccionar exlibris, y da una descripción somera de algunos de ellos, pero al final del artículo hace hincapié en uno; es el mío.
En esa parte del artículo nos dice que hay un exlibris que lleva de calle a los coleccionistas. Lo describe, diciendo que por su composición, elegancia, dibujo y grabado hacen de él una obra de arte. Comenta que no es raro hallarlo en diferentes tamaños en libros de clásicos latinos y españoles de los siglos XVI y XVII de diferentes bibliotecas españolas. Puesto que desconocía el origen de tal escudo y pensando, dado que la corona de Marques del escudo era de estilo ingles, que el origen podía ser ingles o irlandés (no estaría muy desencaminado) le hizo la consulta a un amigo de Madrid que le dijo que el exlibris lo había visto en algún libro del eminente historiador y bibliógrafo castellano, Pascual de Gayangos y que el escudo era de origen español.
Este primer dato no nos desvela la identidad del Marques, pero si que nos da a conocer la importancia de su biblioteca, ya que Pascual de Gayangos era además un gran bibliófilo que reunió una magnifica colección, que hoy en día descansa, en las estanterías de la Biblioteca Nacional, la cual compró su biblioteca en 1900.
La siguiente búsqueda en la Web, a través de la divisa del escudo, me llevo a una página de heráldica hispano-andaluza donde hace la descripción del apellido Terry (Tirri). La imagen de un escudo similar al mío, me anunció que estaba en la dirección correcta. Leí el articulo y descubrí a mitad de lectura, que el escudo de la imagen era el primitivo de la familia pero que por una concesión el 17 de Octubre de 1747 del Rey Felipe V, se le añade al escudo, los dos leones con los estandartes de dos de las principales armas del Rey de España, el castillo y el león. El poseedor de ese escudo era Guillermo Tyrri, caballero de la Orden de Santiago desde 1712 y Marques de la Cañada desde el 12 de Agosto de 1729. Aunque por las fechas seguramente el poseedor del libro sería su hijo Guillermo de Tyrri y Tyrri, Alférez Mayor y heredero del título.
Paso a contar un poco la historia de él y de su familia. La casa de Terry, tiene su origen en el condado de Cork en Irlanda donde dieron nombre al lugar de Ballynterry y 36 miembros de esta familia fueron magistrados en la ciudad de Cork. Su abuelo Domingo Terry fue Vizconde de Limerich, y tuvo grandes posesiones de las que fue despojado por Oliver Cromwell, por ser partidario de la religión católica.
La primera referencia en España de la familia fue en 1702 Patricio y Rouan ingresan en la Orden de Santiago y ya en 1712 lo hacen sus hermanos Esteban y Guillermo. En 1745 lo haría su hijo Guillermo, otros hermanos lo harían mas adelante en 1787 y 1793.
Algunos descendientes emigraron a Cuba donde uno de ellos llegó a ser diputado a Cortes en 1886 y 1893. Ya en el siglo XIX y XX sus descendientes alcanzaron fama gracias a la conocida bodega y a la crianza de caballos.
Este Guillermo de Tyrri tuvo su casa-palacio en Puerto de Santa Maria en Cádiz, Actualmente transformada en un hermoso hotel que nos hace recordar las grandezas de tiempos pasados, su estructura y distribución es similar a la Casa de Contratación de Sevilla y otros palacios de similares características que nos indican que el Marques tenía amplios negocios de ultramar.
En cuanto a lo que albergaba aquel palacio, nos hace una pequeña descripción el ilustrado, viajero y académico de la Real Academia de Historia Antonio Ponz en “Viage de España, o Cartas en que se da noticia de las cosas mas apreciables y dignas de saberse, que hay en ella “(1772), 17 vols. En ella nos cuenta lo siguiente: “Allí vi años hace la del Marques de la Cañada D. Guillermo Tirry, y en ella la célebre colección de preciosidades de todas clases, dignas de la instrucción y buen gusto de dicho Caballero, que después de su muerte pasaron a poder de otros dueños; y he vuelto a ver parte de ellas en Cádiz y en Xerez.
Era mucho lo que allí había de libros raros y estimables hasta siete mil volúmenes, y lo mismo de pinturas, estampas, medallas, dibuxos y otros monumentos de la antigüedad.”
Viage de España. Antonio Ponz Madrid. Vda. de Ibarra 1794
También resulta curiosa una copia que se conserva de una carta escrita por el Marqués de la Cañada a Carbonell y que éste remite a la Academia. En dicha carta el Marqués comunica su interés en vender su monetario en España para así evitar que salga del país, estimando su precio en 130.000 reales de vellón y establece también las condiciones de pago que será al contado en tres entregas: la mitad del precio se le abonará al principio, 30.000 reales de vellón a los seis meses y el resto al año de la venta. Indica el propietario que sólo se quedará con una medalla porque es recuerdo de familia. Ofrece también la venta del escaparate, por el que pagó 25.000 pesos en 100 doblones. Se despide diciendo que si no hay una rápida respuesta venderá su monetario fuera de España.
Esta carta nos da también una idea de la importancia de sus colecciones.