miércoles, 16 de abril de 2008

La Biblia del Bibliófilo


En esta ocasión, y probablemente más adelante también, voy a tratar de libros que te orientan en el mundo de la bibliofília.
Hay muchas publicaciones dedicadas al libro antiguo, sobre todo desde el punto de vista de la biblioteconomía y desde el punto de vista histórico. Hay escritos artículos sobre bibliofília, sobre todo en revistas especializadas (que hay pocas) o en ejemplares no venales de las ferias del libro. Hay repertorios bibliográficos, estudios sobre las bibliotecas antiguas y modernas, historias de la lectura como la de Alberto Mangel, novelas en las que los libros tienen un protagonismo importante, como “El nombre de la Rosa” de Umberto Eco o el último éxito español de la “Sombra del Viento” de Carlos Ruiz Zafón y quizás lo sea la entrega de mañana “El Juego del Ángel”. Resulta curioso que tanto en el caso de Eco, como en del Ruiz Zafón, se repite el arcano de la biblioteca o lugar oculto con libros, casi inaccesible pero tremendamente completo, ecos de la biblioteca borgiana, tal vez ecos mas remotos de Alejandría.
En fin, no me quiero salir de la idea inicial. Hay un libro que para mi es el mejor libro escrito actualmente sobre el tema. Se trata de “La pasión por los Libros. Un Acercamiento a la Bibliofilia” de Francisco Mendoza Díaz-Maroto. De Espasa-Forum, 2002.
En él se condensan todos los temas que conciernen al coleccionismo del libro antiguo. Se divide en dos partes importantes, la primera trata los temas referentes a la bibliofilia, coleccionismo, bibliófilos, historia de bibliófilos españoles, proveedores, preceptiva en la bibliofília, etc. Que se trata tanto al principio como al final de la obra. Y la parte central, que la dedica al libro, su anatomía, los libros de coleccionista y sus variedades, la vida del libro en el tiempo y sus avatares, perfección y defectos del libro, contra facturas, facsímiles y falsificaciones.
Se echaba en falta, actualmente un libro que condensara tan magistralmente este tema, incluso con ciertas notas de humor que hacen muy amena la lectura.
Ahora bien, puestos a pedir también se hecha en falta una obra más contundente y que trate la bibliofília con mayor profundidad. Al igual que no estaría de más alguna obra mas divulgativa, que hiciera de la bibliofilia algo mas asequible, aunque el autor, en la dedicatoria al principio de la obra se considere un bibliófilo pobre, no da esa impresión durante la obra.
Yo personalmente creo que se puede ser bibliófilo sin ser rico, se pueden ir comprando cosas poco a poco, con algunos ahorrillos. No es necesario tener incunables. Hay mil variantes de la bibliofília, todas ellas igualmente encomiables, en las que no es necesario hipotecarse.
En lo que si que estoy de acuerdo es el elogio que hace en la dedicatoria, a las mujeres de los bibliófilos casados, sin cuya comprensión e infinito amor, sería imposible llevar a cabo nuestra afición.