domingo, 1 de marzo de 2009

“De Libros, Libreros y Bibliófilos” – Valencia 2009



Este es el título de la conferencia dada en el Ateneo de Barcelona en 1943, publicada por el librero Josep Porter, en su libro “Els Llibres” en 1973. De igual manera se podría definir la XXXII Feria del libro antiguo y de ocasión de Valencia. Un encuentro de libreros y bibliófilos en busca de algún ejemplar apetecible, de la larga lista de “apetecibles” que nos solemos elaborar.

En esta ocasión ha sido un inicio de feria duro, las inclemencias del tiempo este fin de semana han hecho que la humedad y el frío, calara en los huesos de libreros y compradores. Por las fechas primaverales en las que se exhibe la feria, la lluvia siempre hace acto de presencia. Este año las casetas han mejorado en amplitud y condición, esperemos que el próximo año el Ayuntamiento de Valencia solucione el acostumbrado embarrado del suelo y mejore la afluencia del público, incluso con lluvia. Hay que aprovechar los primeros días de feria para buscar las mejores oportunidades, ya que siempre cabe la posibilidad de que ese ejemplar que te gusta sea objetivo de otro comprador, por lo que la rapidez es uno de los factores importantes. Así que paraguas en mano y bien abrigado disfruté de un fin de semana de libros. He terminado acatarrado pero contento, con los objetivos cumplidos.

Independientemente de la adquisición de libros también es un momento de encuentro.
Punto de encuentro con libreros, algunos de los cuales solo ves en esta ocasión, por el poco tiempo del que dispongo para poder ir a visitar librerías durante el año o desplazarme a otras ciudades. Resulta muy agradable estos ratos distendidos de tertulia y cambio de impresiones bibliófilas.
Punto de encuentro de bibliófilos, como alguno que he podido conocer por medio de un librero amigo, con los que conectas al instante, al compartir esta pasión común. Y sobre todo.
Punto de encuentro con mi amigo y compañero de blog Diego Mallén con quien he podido disfrutar in situ de los libros, compartiendo nuestras nuevas adquisiciones. Un lujo poder compartir experiencias con un bibliófilo de la calidad humana y la erudición de Diego Mallén. Estábamos como pez en el agua, en nuestro entorno y para conmemorar tal evento nos hicimos las fotos que aquí os muestro en este escenario perfecto, Diego Mallén, Lamberto Palmart y la ilustrada estirpe bibliófilo-librero de los Rafael Solaz









Aunque muchas cosas han cambiado desde que fue pronunciada la conferencia de la que he sacada el título de este artículo, los protagonistas, libros, libreros y bibliófilos siguen siendo los mismos. Ha cambiado, sobre todo, los libros. El libro antiguo se vuelve escaso, es difícil –por pedir que no quede- encontrar buenos libros, con buenas encuadernaciones y completos. En este discurso ya se hace alguna referencia a los precios de los libros y comenta que libros que valían en esa fecha, 1943, quinientas pesetas se vendieron en 1902 por veinte, lo que no sabía el autor es que unos sesenta años después se multiplicaría por dos mil. Pero los libros no entienden de crisis, y nuestra pasión contra viento y marea sortea las inclemencias económicas, y hace que se revaloricen año tras año, para gusto de los libreros que hace que sus negocios funcionen. Es un sabor agridulce, ya que no me importa que mis libros valgan más, lo que realmente me preocupa es que cada me resulta más difícil y más caro encontrar buenos libros. La escasez es otro factor, la expansión de la cultura hace en ocasiones que los propietarios de viejas bibliotecas no se desprendan de ellos, aunque no los aprecien, lo que hace que esos ejemplares no acudan a los mercados. Esta fue una reflexión que tuvo un librero madrileño con el que tuve el placer de hablar y de paso, comprarle un libro.

En fin, en esta ocasión no me alargo mucho más porque voy a disfrutar un rato de mis últimos libros, pero no quería pasar la ocasión de dejar aquí plasmado, aunque fuera someramente, mis encuentros con la bibliofilia este fin de semana.
Os propongo que visitéis esta feria si estáis cerca de Valencia, seguro que encontrareis algún libro que os emocione.