domingo, 22 de febrero de 2009

“Recreación Filosófica” -1792, 8 v.

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Proemio:

En mi caso particular lectura y música muchas veces van acompañadas, por ende escritura y música muchas veces forman una simbiosis difícilmente separable. De manera que en esta ocasión quiero realizar una experiencia. Mientras estaba escribiendo este artículo he buscado la melodía que mejor me inspirara y que a la vez reflejara las sensaciones que me aporta esta obra que hoy os muestro. Por eso creo que, si tenéis la ocasión, a la vez que leéis estas líneas escuchad la Serenata para cuerda OP.22 de Antonin Dvorak. Aunque es posterior en época creo que añade expresiones difíciles de plasmar con palabras, sobre todo el 3º movimiento. Feliz lectura y audición.

Creo que el título de este libro, “Recreación Filosófica ó diálogo sobre la Filosofía Natural para instrucción de personas curiosas que no han frecuentado las aulas” es suficiente para entender de un plumazo el contenido y razón de esta obra.
A mí personalmente me atraen todas las connotaciones que manan de esta obra. En primer lugar es un ejemplo más de la corriente enciclopédica de la época, mi espíritu ilustrado me empujo a adquirir esta obra que es un compendio de física, historia natural y filosofía, siempre usando la filosofía como método de conocimiento del hombre y de la naturaleza que le rodea. Igualmente me resultó curioso lo de “instrucción de personas curiosas que no han frecuentado las aulas”, sinceramente la idea de que hubiera esa sed de conocimiento entre un sector de la población, que por la evidente dificultad de acceso a la educación que imperaba, acudieran a las librerías a adquirir obras como estas, me parece idílico. Incluso resulta acertada la estructura de la obra, en la qué en vez de capítulos, el autor divide la obra en tardes de paseo, en las cuales Teodosio y Eugenio, dialogan sobre diferentes facetas del conocimiento, siendo Teodosio el que resuelve las dudas de Eugenio; nuevamente idílico.

Originariamente la obra es portuguesa y se la debemos a Teodoro de Almeida, lisboeta nacido en 1722. Socio fundador de la Academia Real das Ciências de Lisboa, ingresó como religioso en el Oratorio de S: Felipe Neri. Tuvo que emigrar a Francia, por efecto del célebre rompimiento entre el papa y el rey José I y por la persecución realizada por el gobierno del Marqués de Pombal a los clérigos .Allí permaneció diez y ocho años dedicado a la enseñanza. Estuvo muy bien considerado en España, así D. Marcelino Menéndez y Pelayo, -indiscutiblemente lo expresa mejor que yo-, dice de él en su obra “Los Heterodoxos españoles” 1880, libro VI, capítulo 3. “…han llamado el Feijóo portugués, escritor fecundísimo, fiel a la divisa instruir deleitando, cuyas Recreaciones filosóficas contribuyeron, juntamente con el Teatro crítico y con el Espectáculo de la Naturaleza, del abate Pluche, y con las Reflexiones filosóficas, de Sturm, a difundir entre los jóvenes y las mujeres y el vulgo no erudito de la Península una noticia más o menos superficial, más o menos razonada, de los fenómenos naturales y de los adelantos de la física experimental. Por tal manera, el P. Almeida, hombre cándido, modesto y virtuosísimo, vino a lograr extraordinaria fama, multiplicándose enormemente las ediciones de sus obras, que le dan derecho a figurar entre los más beneméritos propagadores de la general cultura, si bien nunca pasa de exponer con elegante perspicuidad observaciones y noticias muy comunes.”

Teodoro Almeida falleció en Lisboa en 1803 habiendo publicado entre otras obras las siguientes (os cito las publicadas en español):

“El hombre feliz, independiente del mundo y de la fortuna, o arte de vivir contento en cualesquier trabajos de la vida”. Traducción del portugués por José Francisco Monserrate y Urbina. Joaquín Ibarra, Madrid 1783, 3 tomos, XXVIII+280, 303 y 304 págs.

“El filósofo solitario. Obra instructiva, curiosa y filosófica, compuesta por un sabio anónimo portugués”. Traducida por un amante de la razón y de las letras. Benito Cano, Madrid 1788, 3 tomos.

“Física experimental e Instituciones de la natural filosofía”. Traducción al castellano por D.F.G.P. Imprenta Real, Madrid 1790,

“Muerte alegre del filósofo cristiano”. Traducción por Fr. Rosendo Fernández Puga. Cano, Madrid 1799,

“Arte de vivir contento en cualquier trabajo de la vida”. Traducida y exornada con un compendio histórico, un mapa geográfico y otras notas y estampas por don Benito de Riol. Imprenta Real, Madrid 1800.

La recreación filosófica Teodoro de Almeida se escribió y publicó en portugués , en Lisboa, entre 1751 y 1800, en 10 tomos, mientras tanto salían en España dos ediciones, la primera por la viuda de Ibarra entre 1785 y 1787 en 7 tomos. La segunda, que es la que hoy nos ocupa, en 1792 en 8 tomos. Entre 1787 y 1792 se publicaron como continuación de la obra “Las cartas físico-matemáticas”. Los tomos 9 y 10 de la Recreação Filosófica (los dedicados a la teología natural y a la teología moral) se publicaron en español bajo el título de Armonía de la razón y la religión (en 1798 el primer tomo, en 1802 una nueva traducción, por Francisco Vázquez, de los dos tomos). Nunca la Recreación filosófica se publicó en español de forma conjunta (los 10 tomos) y bajo tal título. Las impresiones españolas tercera (1803) y cuarta (1827) lo son de los ocho primeros tomos de la Recreación filosófica y de los tres de las Cartas físico-matemáticas (en total 11 tomos).

La obra de formato 8º, encuadernada en pasta española con tejuelo rojo, con autor y título, y discretos hierros en el lomo, se estructura de la siguiente forma:

TOMO I
- En que se da una breve noticia de las partes de que constan todas las cosas naturales en común, de las propiedades que tienen, y particularmente del movimiento de la Gravedad general en todas las cosas.
-Comiénzase a tratar del movimiento y de las máquinas de levantar con facilidad grandes pesos.
- De los otros movimientos además de de la gravedad
- Trátase del peso y movimiento de los cuerpos líquidos

TOMO II
- Trátase de la luz, sus propiedades y efectos.
- Trátase de los colores, y también de las reflexiones y refracciones de los rayos colorados.
- Trátase del sonido, olor y sabor
- Trátase del calor, del frio, y de otras cualidades que pertenecen al sentido del tacto
- Espónense las principales dificultades que los peripatéticos ofrecen contra los modernos.





TOMO III
- Trátase de los elementos en común, y en particular del elemento del fuego.
- Trátase del fuego que con el calor pasa de unos cuerpos a otros: de la región del fuego, de los fuegos subterráneos, del fuego de la pólvora, &c.
- Trata del elemento del agua.
- Del elemento del aire.
- De los efectos más notables así del peso del aire como de su elasticidad.
- De los efectos más notables de la elasticidad del aire, y del elemento de la tierra.





TOMO IV
- Trata del sentido de la vista.
- De la dióptrica o de los instrumentos de que los ojos se sirven, y que hacen su efecto con la refracción.
- De la catóptrica o de los instrumentos de que los ojos usan, y que hacen su efecto por reflexión o reverberación.
- De los otros sentidos del hombre externos e internos, de la voz humana, del sueño, vigilia, &c.
- De la fábrica del cuerpo humano.
- Continúase tratando de la fábrica del cuerpo humano.



TOMO V
- De los brutos en común.
- De los insectos en común.
- De las partes de los insectos.
- De los insectos en particular
- De las aves.
- De los peces, mariscos y animales terrestres
- De los árboles, flores y frutos.



TOMO VI
- De los cielos y de los astros en común.
- Del sol y la luna en particular.
- De los demás planetas en particular, y de los cometas y estrellas.
- De los movimientos de los astros comparados entre sí.
- De la causa física del movimiento de los astros, y de las leyes que perennemente observan.
- De los efectos que nacen de la figura y situación del globo de la tierra respecto de los astros.
- Del globo de la tierra considerado en sí mismo, y de su atmósfera.



TOMO VII
- Introducción a la filosofía racional.
- De nuestra imaginación, y modo con que obra.
- Dase noticia del entendimiento y de sus ideas.
- De las enfermedades de nuestro entendimiento y de sus remedios
- De otras enfermedades del entendimiento que le vienen de afuera: donde se trata del arte crítica.
- Del buen uso de nuestras ideas.
- Del juicio o sentencia que da nuestro entendimiento.
- Del discurso bien formado.
- De los sofismas o discursos cavilosos.
- Del método.

TOMO VIII
- De algunas doctrinas importantes, previas a la metafísica
- De los axiomas generales para todas las ciencias, artes y discursos.
- De las propiedades comunes a todas las cosas
- De la grandeza y la pequeñez, propiedades también comunes a todas las cosas.
- De nuestra alma y sus perfecciones.

P.S. Dentro de unos días se inaugura la XXXII Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Valencia, las casetas ya asoman a la Gran Vía Marques del Turia, y muestran los nombres de los libreros que allí expondrán sus libros a la espera de que algún lector o bibliófilo los acojan en sus hogares, espero que sea fructífera.

domingo, 15 de febrero de 2009

“Los Misterios de la Francmasonería” – 1887








Hoy veremos un libro curioso, no un gran libro de valor bibliófilo pero si un ejemplo temprano de prensa amarilla, de engaño publicitado seguido por un éxito editorial. Un ejemplo de que hay que conocer los errores del pasado para evitar repetirlos en el presente. Estoy seguro de que cuando conozcáis esta historia veréis reflejos de ella en muchos casos actuales.

Conozcamos en primer lugar al autor de la obra que os presento, Leo Taxil. Leo Taxil es el seudónimo de Gabriel Antoine Jogand-Pagés , un marsellés nacido en el seno de una familia burguesa y de claros ideales católicos. Desde joven demostró ser un fabulador que disfrutaba con sus historias. Su primer ejemplo conocido fue extender la noticia de que las aguas del puerto de Marsella se hallaban infestadas de tiburones, lo que provocó que se lanzaran a su captura decenas de pescadores. Luego su trayectoria fue la del típico personaje que piensa que el mundo está en contra de él y lucha para calmar su furia. Así que renegó de su origen religioso y participó activamente en la presa anticlerical. El se autodefinía como librepensador y defendía el racionalismo. Todo esto lo encauzó fundando un periódico “EL Anticlerical” y publicando el libro “Los amores privados del Papa Pío IX”, de manera que se ganó a pulso el titulo de enemigo peligroso de la Iglesia, siendo denunciado por la misma.

Este anticlericalismo le llevó a buscar aliados entre las logias masónicas que abundaban en aquella época, por lo qué solicitó en 1881 su ingreso en la Logia Masónica parisina “Templo del Honor” a pesar de las reticencias de algunos de sus miembros por los turbios asuntos en los que se había visto implicado Leo Taxil. El tener obligaciones, la aceptación de compromisos y el tener que acatar una jerarquía organizada no casaba muy bien con el carácter de Taxil. Por lo cual duró poco tiempo dentro de la Logia, motivado también por alguna trasgresión masónica e involucrarse en alguna estafa. Así solo accedió al primer grado y fue expulsado definitivamente, prohibiéndole su ingreso en cualquier otra Logia Masónica. Y en este momento da un giro repentino e ingresa en un monasterio durante unos meses, se arrepiente de sus anteriores pecados y pide público perdón y la Iglesia acepta la vuelta de esta oveja descarriada.



El nuevo objetivo de Taxil fue el ataque desmedido a la Masonería, publicando folletos anti-masónicos bajo el título genérico de "Revelaciones Completas Sobre la Francmasonería", desde 1885 hasta 1886. Otro dato curioso es que su esposa la Señora Jogang siguió publicando y vendiendo los antiguos panfletos anticlericales -Dios los cría y ellos se juntan- demostrando que lo importante era vender, explotando los miedos y vergüenzas de sus protagonistas y saciando la morbosidad de sus lectores. Todo esto siguió durante una década alcanzando gran popularidad, traduciendo sus obras a varios idiomas. Incluso en 1896 organizó un gran congreso Anti-Masónico.

De repente el 17 de Abril de 1897 sorprende a todo el mundo durante un discurso en la Sociedad Geográfica de París y confiesa que durante doce años todos sus escritos antimasónicos habían sido completas invenciones suyas y una gran broma pesada, incluso declaro textualmente “Mis Padres Reverendos, sinceramente agradezco a mis colegas, la Prensa Católica, y nuestros Señores, los Obispos, de haberme tan magníficamente asistido para construir un trabajo, el más fino y el mayor de todos mis engaños.” Esto provocó la más grande de las cóleras en aquel mismo acto teniendo que abandonar el edificio por la puerta trasera. Tras aquella confesión él y su mujer abandonaron la vida pública. Falleció el 31 de marzo de 1907.



Veamos este curioso libro en 4º mayor. Bajo una deteriorada encuadernación holandesa, por el uso dado y un papel que es claro ejemplo de la mala calidad de estos a finales del XIX, encontramos un cúmulo de curiosidades creadas por este gran fabulador. La obra esta dividida en diez partes donde nos presenta los diferentes tipos de Masonería, véase, la azul, la roja, la negra, la blanca, el Carbonerismo, Las Hermanas Masonas, La Masonería en la sociedad, Ceremonias diversas, Diversos Ritos masónicos y un resumen histórico. El libro presenta los más oscuros secretos y arcanísimos ritos en un tenebroso y opalino ambiente. Nos explica todos los grados, dependiendo estos del diferente rito seguido por la Logia. Llegando a los noventa grados en el caso del Rito Misraim. Con nombres tan sugerentes como Caballero de la Sublime Elección, 34º; Supremo Comendador de los Astros, 52º; 90º, Soberano Gran Maestro Absoluto, Supremo Conservador de la Orden. Nos narra las diferentes formulas que se siguen para la iniciación de los diferentes grados masónicos así como la decoración de los Templos, vestimentas, objetos y ritos que se siguen en sus reuniones. Todo ello acompañado de graciosas ilustraciones. Para terminar la obra Taxil añade un apéndice donde da nombres, apellidos e incluso direcciones y ocupaciones de los Grandes Maestres de las principales Logias europeas y americanas ordenadas por países.



Actualmente encontraremos infinidad de autores de éxitos editoriales que semejan a Leo Taxil, que pueden llegar a ser válidos mientras se lean desde la perspectiva del entretenimiento. Pero vemos claros ejemplos en los que se ha llegado a crear axiomas de pura fabulación. ¿Aprenderemos algún día de la Historia?

sábado, 7 de febrero de 2009

“Libro de los prodigiosos baños de Thyermas”-1713








Durante muchos años el termalismo ha sido asociado a los venerables ancianitos que para aliviar sus achaques articulares, óseos y musculares, acudían a estos centros de rancio aspecto en atiborrados y vetustos autobuses. Nada que ver con la moderna imagen de perfectos cuerpos que publicitan los elegantes centros en los que se mezclan glamour con los vapores, aguas, barros, aceites, esencias e incluso técnicas orientales, para conseguir eliminar la tensión que acumulan nuestros cuerpos, en la vorágine diaria.

Pues bien, en esos años incipientes del moderno termalismo, cuando podías disfrutar de la esencia de la hidroterapia, sin el glamour añadido, pero con todas las comodidades y con la atmósfera decimonónica que embargaba alguna de las instalaciones, mi mujer y yo disfrutamos de la estancia en alguno de estos centros de nuestra geografía, como las Termas Pallares en Alhama de Aragón, el Balneario de Panticosa, etc. Podría contaros infinidad de experiencias positivas y agradables recuerdos que atesoro de esos días, pero no es el momento y me extendería demasiado.

Este preámbulo viene a colación del libro que hoy os presento. Creo que estas experiencias impulsaron que este libro y yo nos encontráramos. A veces, la adquisición de un libro no la vives como una mera compra, sino más bien como un encuentro. El encuentro de un libro que te va a dar vivencias, con el de un bibliófilo que le va a dar cuidados. Así que nos encontramos a través de un catálogo de aquellas añoradas subastas de Fernando Durán por los noventa.

No me defraudó, aun con las faltas de una hoja de preliminares y dos de índice, que por cierto no indicaba el catálogo, y que pude facsimilar gracias a la colaboración de la Fundación Sancho Sabio en Vitoria. Es una obra escasa, tres ejemplares en el CCPBE y otro en la biblioteca de la fundación citada. Y eso que he buscado a conciencia. Por otro lado, en quince años solo he vuelto a ver un ejemplar a la venta.



El termalismo es una de las herencias culturales greco-romanas, que tuvo un gran auge en la época clásica aunque decayó durante la edad media en occidente, tal vez motivado por escrúpulos religiosos, mientras que en oriente conservó su vigencia en la cultura árabe.

Fue en 1498 cuando Juan Miguel Savonarola publica “De Balneis et Thermis” considerado el primer tratado sobre termalismo y balneoterapia. Después, en 1571, Andrea Bacius en su libro “De Termis” expone las propiedades y efectos de las aguas medicinales. En España el primer libro en castellano que encontramos, en el que se habla de la aplicación medicinal de algunas fuentes como las de Antequera, Ledesma, Baena y Alhama es el de Julián Gutiérrez de Toledo, médico de los Reyes Católicos, titulado “Cura de la piedra y dolor de la yjada y cólica-renal” impreso en 1498. El “Tratado de las enfermedades de los riñones”, escrito en 1588 por Francisco Díaz, trata de la aplicación del agua mineral para la litiasis.

Ya en el XVII el primero es “Tratado de la facultad medicamentosa que se halla en el agua de los baños de la ciudad de Teruel...” por Tomas Ferrer de Esparça en Zaragoza, por Pedro Verges, 1634. Luego encontramos libros como, “Discurso nuevo y heroico del uso de los baños de agua dulce que se usan en el rio y casas particulares : dividido en cuatro puntos ...” por el Doctor Iuan Baptista de Alfian, impreso en Toledo por Iuan Ruiz de Pereda en 1641, que es el primer libro sobre métodos para usar los baños siguiendo las indicaciones de Hipócrates y Galeno adaptadas al clima español, aunque no se ocupó de las aguas minerales que “solo sirven para enfermedades rebeldes”. También Juan de la Torre y Valcarcel publico el libro titulado Teatro de la salud, baños de Sacedón hallados del D. D Fernando Infante... y añadido del Doctor D. Ivan de la Torre y Balcarcel... Madrid, 1663. La obra de Matías Lera Gil de Muro, titulada “Pratica de fuentes y sus utilidades y modo de hazerlas y conservarlas... Madrid, en el Colegio Real de los Desamparados, a costa de Bernardo Sierra..., 1671.

Y la más completa obra publicada en España hasta la fecha, la primera gran obra sobre termalismo, la obra de Alfonso Limón Montero “Espejo cristalino de las aguas de España : hermoseado y guarnecido con el marco de variedad de fuentes y baños cuyas virtudes ... se examinan ... y acomodan à la salud ... y conveniencias de la vida humana / su autor el Doct. D. Alfonso Limón Montero, Cathedratico de vísperas de Medicina en Alcalá de Henares por Francisco García Fernández y a su costa Francisco García Fernández, 1697 Este libro demuestra la importancia que en esta época tenían en España las aguas minerales para el tratamiento de diversas dolencias ya que se describen mas de cien fuentes tanto frías como termales y 36 establecimientos balnearios.

Ya en Valencia encuentro, en fecha posterior al libro que nos ocupa, “Breve noticia de la gran virtud que el Señor comunicó á las Aguas de las Fuentes del Lugar de Montanejos, del Reyno, y Arzobispado de Valencia : para consuelo de muchos, que padecen penosos accidentes” en Valencia, en la imprenta de la Viuda de Antonio Bordaza s.a.

El “Libro de los Prodigiosos baños de Thyermas” impreso en Pamplona por Juan Joseph Ezquerro, en 1713, 4º , 8h + 315 Págs. + 2 h de índice. Encuadernado en pergamino con restos de cierres. Llama la atención en el texto de la obra, la utilización de tipos tan grandes, 24 líneas, apto para miopes. La obra se divide en tres tratados con sus respectivos capítulos. Transcribo del prólogo la sinopsis del libro, ya que nadie como el autor y con su castellano de época lo podría hacer mejor. Y sobre todo con el encanto de un texto antiguo:
“Este libro incluye tres tratados: El primero catorçe Capitulos, comenzando por su sitio variedad de fuentes, su vecindad, y reparos de comodidad. Se prueba contiene este baño las virtudes excelencias, y prerrogativas de lagunos de los mas celebrados de España, Francia, Alemania Italia, con virtud mas activa, manifiesta y oculta celeste medicinal, para quasi inumerables enfermedades El segundo tratado contiene ocho Capitulos, en que hallaras incluydos todos los modos posibles de vsar las aguas de quantos baños ay, y pueden aver en la Europa; con todas las observaciones, y preceptos practicos que deben observar los enfermosque hubieren de ir a nuestro Baño. Dizese el regimiento que deben guardar los enfermos en el comer, beber, y todas las demas cosas necesarias a la vida, curacion de sus dolencias, hasta q bueltos a sus casas hagan lo que importare en ellas. El tercero tratado, comprehende siete Capitulos: Es curioso para saber el origen de los metales, su conocimiento especifico por señales de todas clases, para que al delante los profesores puedan conocer de que minerales se componen la aguas: Sabras el origen de las fuentes; y la causa que conserba calientes sus aguas; todo con principios de Phylosophia. Advertiras con alguna reflexión, en las historias prodigiosas de los dos vltimos Capitulos, y conoceras que el Altissimo, en beneficio del hombre, se derrama en maravillas. Vale.”



Como colofón incluyo esta foto extraida del Diario de Navarra y publicada el 22 de noviembre de 2007 donde se muestra que cada año, entre agosto y octubre, los baños termales de Tiermas quedan al descubierto al bajar el nivel del embalse de Yesa, y decenas de personas acuden cada día a disfrutar de sus propiedades curativas. El agua y el barro de Tiermas se caracterizan por su proporción y olor a azufre y por sus propiedades contra la artrosis o los problemas de la piel. Los antiguos baños reaparecen cada otoño desde hace 50 años desde que en 1959 el llenado del pantano de Yesa sepultó el pueblo de Tiermas.



Cuando finalicen las largas obras para el recrecimiento del embalse de Yesa, en el rio Aragón, las aguas termales de los Baños de Tiermas volverán a quedar sepultadas por el agua, pero esta vez para no volver a emerger nunca. Siempre quedará este libro.

domingo, 1 de febrero de 2009

“Anatomía de todo lo visible e invisible” – 1738









Sigue el titulo: “Compendio universal de ambos mundos: Viaje fantástico: Jornadas por una y otra esfera; descubrimiento de sus Entes, Substancias, Generaciones y Producciones. Noticia de los movimientos, y naturaleza de los Cuerpos Terrestres, y celestiales, y Ciencia de los Influxos de los Eclipses de Sol, y Luna, hasta el Fin del Mundo”. Su Autor Don Diego Torres de Villarroel, impreso en Salamanca por Antonio Villarroel, s.a. La dedicatoria fechada el 20 de febrero de 1738. 4º, 21h +232 Págs.
Uno de los personajes españoles más pintorescos del siglo XVIII es el autor de este libro, Diego Torres de Villarroel. Culto, irónico y desenfadado qué se autodenominaba el “Gran Piscator de Salamanca” como hizo otro astrólogo milanes del XVII, el Gran Piscator Sarrabal.
En algunas ocasiones y para una mayor comprensión del desocupado lector, y siguiendo el ejemplo de Plutarco, me gusta buscar similitudes entre los autores de mis libros y algún personaje actual. En el caso de Torres Villarroel lo compararía con varios autores y periodistas, J.J. Benítez, Iker Jiménez y Jiménez del Oso. Personajes que a través de sus curiosidades, fantásticas historias y buscarle tres pies al gato, han conseguido pingües beneficios de sus relatos. En el caso de Torres Villarroel, llegó a ingresar dos mil ducados anuales por sus obras, auténticos éxitos editoriales de la época que llegaron a ser plagiados.

La biografía del Doctor Torres está salpicada de continuas aventuras que forman parte del argumento de sus obras.
Este salmantino nacido en 1694, vivió desde pequeño rodeado de libros; su padre era librero. Aunque fue buen estudiante, pronto se metió en problemas y se dedicó a hacer toda clase de travesuras, que el mismo contó en su biografía. Sentía predilección en sus lecturas por las obras de Astrología y Cosmografía, que le influenciaron en su gusto por las matemáticas. Motivado por sus correrías marchó a Coimbra y Oporto donde llevó una vida aventurera en la que fue sucesivamente ermitaño, bailarín, alquimista, matemático, soldado, torero, estudiante de medicina, curandero, astrólogo y adivino. A su vuelta a Salamanca sentó la cabeza y emprendió un programa de voraz lectura de libros de filosofía natural, magia y matemáticas. Y se dedicó a escribir almanaques y pronósticos; negocio que le fue muy bien. Estudia medicina en Madrid y se gradúa en Ávila, donde sería nombrado vicerrector. Pero decide marchar a Madrid donde pasa algunas penurias, pero consigue estabilizarse gracias a la Condesa de Arcos, donde intento solucionar un problema de “fantasmas”. Escribe en la Gaceta de Madrid y en sus apariciones públicas se ríe y critica las clases altas lo que al final desencadena que sea expulsado de Madrid por orden del Real Consejo, volviendo a Salamanca. En Salamanca consigue la cátedra de matemáticas en la Universidad, que durante treinta años se hallaba vacante. En 1732 se gradúa en Artes. Posteriormente se ve involucrado en un delito y huye a Burdeos y a su vuelta a Salamanca es desterrado a Portugal de nuevo. Gracias a sus hermanas volvió a Madrid y se dedica a escribir libros y sonetos, que hacen aumentar su prestigio y llega a vivir en casa de la Duquesa de Alba. En 1742 publica las cuatro primeras partes de su vida de la que se hacen seis reimpresiones tres legales y tres furtivas. En 1745 sufre una depresión moral y filosófica que le hace arrepentirse de sus obras satíricas y sus fechorías juveniles. Se ordena sacerdote a los 52 años y en 1750 tras 24 años de cátedra pide la jubilación, que se la concede Fernando VI por real decreto, y emprende el Camino de Santiago acompañado de admiradores y conocidos. En 1752 se edita la primera edición completa de sus obras, insólito hecho para la época, y que además se hizo por suscripción pública, encabeza por la familia real, el Marqués de la Ensenada y gran número de nobles, colegios mayores, religiosos y público en general. Siguió activo hasta su fallecimiento el 19 de Junio de 1770 a los 77 años de edad, en el Palacio de Monterrey en Salamanca.

En cuanto a las ediciones de la obra que nos ocupa, posteriormente a la de Antonio Villarroel, -que era su primo-, se publica en 1752 otra en Salamanca por Pedro Ortiz Gómez, que será el primer tomo de sus obras completas, y otra edición en 1794 y por la Viuda de Ibarra en 1794 que según Palau se considera el primer tomo de la segunda edición de sus obras completas. Aunque Palau indica que “Anatomía de todo lo visible…” es la obra “Viaje Fantástico del Gran Piscator de Salamanca….”, tengo mis dudas, ya que la edición de 1724 (Palau 337339) consta de 110 Págs. y las dos de 1725 (Palau 337340 y 337341) constan de 52 Págs. Por lo cual es obra ampliada de la anterior. La edición de 1738 también la cita Salvá en sus comentarios en 1006. En cuanto a la rareza de esta edición, Palau cita la venta de un ejemplar falto y en el CCPBE solo hay un ejemplar citado en la biblioteca de la Diputación Provincial de Zamora y el catalogo REBUIN cita un ejemplar en la Universidad de Oviedo y otro en la biblioteca del CSIC.

El libro esta encuadernado en buen pergamino, en el lomo se halla rotulado el autor y el título de la obra así como una planta con flor en la mitad inferior. Al abrirlo descubrimos en su interior un ex-libris grabado al aguafuerte que nos indica que su anterior propietario fue D. Manuel de Aguilera y Ligués, XVIII Marques de Cerralbo. Este ex-libris se encuentra reseñado en la obra “Catálogo de Ex Libris de Bibliotecas Españolas en la Biblioteca Nacional” Madrid, 1989, con el numero 30.



Cuando te encuentras con un ex-libris como este te cuestionas la procedencia, ya que existe un Museo Cerralbo con una hermosa e importante biblioteca. Pero la donación del Museo Cerralbo la hizo el padre de D. Manuel en 1924, es decir el XVII Marqués. También hay que indicar que lo adquirí en una principal librería madrileña, lo que en principio es señal de garantía. En fin estas cosas te muestran las vicisitudes de las bibliotecas y los bibliófilos.
Por curiosidad esta es la parte más actual de la genealogía de los marqueses:
XVII Marqués de Cerralbo, D. Enrique de Aguilera y Gamboa, se casó con Inocencia Serrano y Cerver, sin descendencia. En el año 1920 vendió a los habitantes de Cerralbo las tierras y las casas que hasta esa fecha eran arrendadas. Le sucede su sobrino nieto D. Manuel, hijo de Manuel de Aguilera y Pérez de Herrasti y nieto de D. Manuel de Aguilera y Gamboa.
XVIII Marqués de Cerralbo, D. Manuel de Aguilera y Ligues, muere sin descendencia, y le sucede su primo hermano D. Fernando.
XIX Marqués de Cerralbo, D. Fernando de Aguilera y Albarzuza, casado con Pilar Narváez y Coello de Portugal, sucediéndoles su hijo D. Fernando en 1982.
XX Marqués de Cerralbo, D. Fernando de Aguilera y Narváez.



Comienza la obra con unos amplios preliminares, que incluyen en la primera hoja una xilografía del escudo eclesiástico de D.Gaspar de Molina y Oviedo a quien va dedicada la obra. Después de diferentes licencias y aprobaciones, el autor da noticia de todos sus trabajos y ejercicios literarios hasta la fecha, publicidad de la época, así como una relación de obras “que le han hurtado”. Un par de prólogos y un Romance en Arte Mayor finalizan los preliminares.
La obra esta enfocada como un viaje en el qué el autor nos acompaña en su recorrido en cinco jornadas. Con una introducción como “preparación al viaje” y un capítulo final como “descanso del viaje”.
En la primera jornada entramos en el mundo subterráneo, donde nos muestra, a modo de historia natural, los más extraños elementos de la tierra; sus minerales, metales y piedras preciosas.
En la segunda jornada nos acompaña en un recorrido por la superficie terrestre, en la cual engloba desde la descripción de los continentes, el reino animal y vegetal, y la anatomía del hombre.
En la tercera jornada, nos relata el mundo de las aguas, su naturaleza, sus accidentes y divisiones.
En la cuarta nos habla del aire, el fuego, relámpagos, lluvias y vientos, y en general diferentes incidentes metereológicos.
En la quinta jornada entra en la especialidad del autor, los cielos y los astros. En un principio nos pone en situación explicándonos los diferentes elementos que utilizamos para la comprensión del firmamento, el horizonte, los meridianos, el zodiaco, la esfera armilar, etc. Para a continuación entrar en la astrología y salir por el cocimiento de los habitantes del cielo empíreo, ángeles y otros habitadores; y ángeles malos, demonios, brujas, hechiceras, etc.
En el descanso del viaje nos explica detalladamente el desarrollo de los diferentes eclipses y sus predicciones.
En definitiva un libro para entretenerse y pasar el rato.