lunes, 8 de diciembre de 2008

“Diccionario castellano con las voces de Ciencias y Artes y sus correspondencias en las tres lenguas francesa, latina e italiana 1786 - 1787- 1788”







Al igual que para cualquier escritor o amante de las letras es necesario un ejemplar del Diccionario de la Real Academia de la Lengua, era para mí necesario tener un Diccionario de las Ciencias y Artes del P. Esteban Terreros, por todo lo que representa en la Ilustración española. Es un diccionario singular, nacido a la sombra del Diccionario de Autoridades, 1726-1739. VI tomos. Primer diccionario editado por la Real Academia de la Lengua nacida de 1713.

Pero una diferencia sustancial lo hace complementario del de la RAE, es el primer repertorio lexicográfico que incorpora de manera extensa las voces de terminología científica y técnica. No fue una tarea fácil. Le llevo veinte años su elaboración, utilizando un método pionero para la época; el trabajo de campo. El P. Esteban no se limitó a consultar otras obras y diccionarios, sino que con tintero de faltriquera y unos pliegos en su bolsillo, indagó en talleres y gremios sobre instrumentos y acciones propias de cada oficio, y que cuyas definiciones no formaban parte del léxico común.



Dolores Azorín y Mª Isabel Santamaría de la Universidad de Alicante, establecen las siguientes categorías temáticas de este diccionario:
Ciencias médicas, Milicia, Ciencias jurídicas, Marina, Bellas Artes y construcción, Agricultura y Ganadería, Blasón, Actividades lúdico deportivas, Manufacturas textiles, Ciencias Ocultas, Ciencias Humanas, Especialidades científico técnicas, Religión, Comercio, Oficios y Varios.

Este diccionario nace como respuesta a la necesidad de poner en orden la avalancha de tecnicismos que van surgiendo dentro de esta nueva sociedad ilustrada y darle la difusión que se merecen. Provocando de esta manera que la sociedad participe y se integre dentro de esta nueva época. Puro espíritu ilustrado



No cabe duda que la idea de gestar este diccionario, viene influenciada por su labor de traducir la obra de Pluche, “El Espectáculo de la Naturaleza”

Resulta muy interesante el prólogo de esta obra, que tras la portada y las dos hojas de dedicatoria al conde de Floridablanca, ocupan XXXIV páginas. En él valora en principio, el estado del “Idioma Castellano” en donde recuerda el valor fundamental de la Real Academia de la Lengua y su Diccionario. Seguidamente da una cumplida explicación de las dificultades que ha tenido para reunir las voces de la gran diversidad de Oficios y Artes con los que contaba su sociedad. Luego da una relación de las obras de Ortografía que ha consultado para llevar a cabo la redacción de los términos que componen este diccionario. Cito textualmente: “Para proceder en esto detenidamente, y con todo conocimiento he leído las ortografías dadas por Antonio Lebrija aunque de impresión moderna: la célebre y eruditísima de Alejo Vanegas impresa en Toledo el año de 1531; la perla de las dos lenguas de D. Juan de Lama; la de Antonio de Bordazár y Artazu impresa en Valencia en 1730; la ortografía de Don Salvador Mañer dada el año de 1742; las dos de la Real Academia de la lengua Castellana impresas en Madrid, una año de 1754 y otra el de 1763.”

Estructuralmente el texto esta dispuesto en doble columna, encabezando cada columna, en mayúsculas y centradas, las tres primeras letras de la palabra inicial de cada columna. Dependiendo de la palabra, indica su traducción al francés, latín e italiano. Dependiendo de la palabra, hace una relación de diferentes expresiones y frase hechas que originan. Así por ejemplo en la definición del verbo “Dejar” incluye veintiuna frases hechas y sus definiciones como “Dejar con la miel en los labios” “Dejar en el tintero” “dejar para otro día” “dejarse ver” etc. Y la del verbo Echar, ciento ochenta y cuatro frases.

Como palabras curiosas que aparecen en este diccionario he cogido cinco al azar.
ANDROIDES- figura de hombre, que por medio de muelles anda, y habla.
BIBLIOMANIA, afán, ansia de tener libros.Fr. Bibliomaníe. Lat é It. Bibliomanía. La Bibliomanía es la enfermedad de este siglo: no obstante juzgo, que hai otras mas peligrosas, pues prevalecen entre ellas la avaricia, y la pereza, que son el remedio de la Bibliomanía; pudiendose decir que es peor la cura, que la enfermedad.
CATAPÓCIA. Píldora.
ENANAGO, animal de la figura de culebra, y que anda del mismo modo que ella; pero que no muerde ni tiene veneno alguno…..
ENGOLONDRINARSE, enamorarse.



Además de estos tres volúmenes complementarían la obra un cuarto volumen editado en 1793 que lleva por título “Los tres alfabetos francés, latino e italiano con las voces de ciencias y artes que les corresponden en la lengua castellana: Tomo Quarto y último del diccionario / del P. Estevan de Terreros y Pando, Madrid: En la Imprenta de Don Benito Cano, 1793, que no lo tengo por ahora.

Los tres volúmenes contienen una dedicatoria impresa en el centro de la primera guarda que dice lo siguiente: A D.Manuel Calvario Ponce de León, Ventiquatro Preeminente, y Alcalde mayor de honor de / Xerez de la Frontera. Resulta curioso, ya que los adquirí en Argentina, por lo qué ya han cruzado un par de veces el Atlántico. Podemos decir que hay libros de viajes y libros viajeros.



Estos tres volúmenes están impresos en Madrid por la Viuda de Ibarra y son formato folio. Están bastante bien conservados y encuadernados en pasta española con lomo con doble tejuelo rojo, hierros y seis nervios.