domingo, 5 de octubre de 2008

“Clamores inconsolables de el Agua, y Sangria” – 1738


“Clamores inconsolables de el Agua, y Sangria contra la mala administracion y vana esperanza de sus professores” por el Dr. Manuel Martín. En la Imprenta de Cosme Grancha. Valencia 1738. 4º 8h+55 pags. +44 pags. Encuadernado en pergamino.



Es un libro que posiblemente haya pasado sin pena ni gloria a la historia de la medicina. ¿Entonces que lo hace digno de estar en mi biblioteca? Sin duda la rareza y el ser valenciano. De Manuel Martín, el autor, poco se sabe. La Enciclopedia Universal Espasa (La mejor para buscar biografías exiguas) solo nos dice que nació en Altura (Castellón) y que murió en Valencia de 1746. Nos citan sus dos obras. La primera publicada en 1727 sobre la “Theriaca magna” (La Triaca magna, fue una especie de panacea universal, compuesta por mas de sesenta ingredientes exóticos que tubo su origen en la Antigüedad, la difundió Andrómaco médico de Nerón, y que desapareció en el XIX. Época en la cual su formulación se hallaba desvirtuada y contenía gran cantidad de opiáceos) y la segunda, la que nos ocupa. De la primera solo se conocen dos ejemplares incluidos dentro de la obra “Dissertacion pharmaceutico-medica sobre la composicion de la Theriaca magna en orden a los trociscos de vivora” del doctor Gaspar Vidal, impreso por Vicente Cabrera, Valencia 1727. Y la que aquí presento, de la que solo hay 4 ejemplares en CCPBE de los cuales, el de la Universidad de Valencia está muy deteriorado.




En cuanto a Cosme Grancha, el impresor valenciano que trae esta obra al mundo, no es de los prolíficos impresores de esta ciudad. Por lo qué también añade rareza a la obra. Grancha, fue un impresor sobre todo de pliegos de cordel y folletos, de los cuales imprimiría alrededor de los cuarenta títulos. En cuanto a libros, se pueden contar con los dedos de la mano. Su vida profesional transcurrió entre 1734 y 1765 en diferentes ubicaciones.


Como indica el título, Manuel Martín hace una disertación acerca del mal uso y los malos efectos del uso inmoderado del agua, que se había puesto de moda, influenciado este hecho por médicos sevillanos. Manuel Martín considera a los médicos que seguían este método como agresores de la salud pública. Esta crítica queda reflejada en la frase de la Pág.34 “…no solo se ha de culpar a los Médicos, sino también al genio Valenciano, por estar siempre idolatrando la novedad”. Frase que resume el espirtu de la obra.


También resulta curioso en esta obra la doble paginación que hace para los dos temas en que se divide el libro: 55 pags. dedicadas al agua y 44 pags. a la sangría.


El libro está bien conservado, tiene una portada muy clara, casi recién impresa, limpia y que da gusto pasar los dedos por el verso, para sentir la fuerza de la impresión de los tipos sobre el papel. Lo único negativo es el amarronamiento en algunas de las hojas, que siempre molesta un poco, pero el tiempo y el papel no son buenos amigos.