miércoles, 27 de mayo de 2009

“Govierno general moral y politico. Hallado en las fieras y animales silvestres” – 1696

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Frontispicio

En Augsburgo, en 1531, el italiano Andrea Alciato, publica el libro titulado “Viri Clarissimi D. Andreae Iurisconsultiss Alciati. Mediol. Mediol. Ad D. Chonradum Peutingerum Augustanum, Iurisconsultum Emblematum Liber” conocido como “Emblemata”. Tuvo alrededor de ciento treinta ediciones en diferentes idiomas, la última en Madrid, 1749. Es una colección de 212 poemas en latín, cada uno consistente en un lema, un proverbio, una sentencia corta de enigmática expresión, una imagen y un texto epigramático. Se crea así un nuevo género literario, el emblema, una manera de difundir valores morales y didácticos a través de sentidos ocultos en figuras y frases.



Básicamente, la estructura del emblema es la siguiente:


Una figura, representada en el libro mediante una xilografía o grabado calcográfico, que tiene como misión, que el precepto moral que se pretende transmitir quede grabado en la memoria una vez descifrado el sentido. Esto no siempre ocurría, ya que en ocasiones se trata de abaratar la edición eliminando los grabados.


Un título, que suele ser una sentencia o agudeza, en cierto modo críptica, casi siempre en latín, que como "alma" del emblema da una pista para completar el sentido de la imagen.


Un texto explicativo, que interrelaciona el sentido que transmite la pictura y expresa el mote. Con mucha frecuencia, esta explicación suele hacerse en verso, utilizando epigramas latinos o en lengua vernácula.



Los temas y motivos son varios: hay emblemas que se inspiran en la flora otros en la fauna (animales de tierra, mar y aire), otros en la mitología clásica, otros en la historia, o en temas bíblicos, o en objetos diversos que por sus características ayudan a fijar en la memoria la moralidad.
Los libros de emblemas, son un grupo temático importante en el conjunto del libro español, los bibliófilos los han buscado, de hecho se puede decir que son una especialidad dentro de las categorías biblio-iconográficas. Y así lo señala Porter en su obra “Les Llibres”, cuando señala las diferentes categorías temáticas que pueden constituir una biblioteca. Lo cierto es que siempre acudo a él cuando busco referencias sobre las diferentes especialidades bibliófilas.

Entre los siglos XVI y XVIII encontramos varios autores españoles que siguen esta corriente literaria, como son: Sebastián de Covarrubias y Horozco, “Emblemas morales” (Madrid 1610), Juan Francisco Fernández de Heredia, “Trabajos y afanes de Hércules, floresta de sentencias y ejemplos” (Madrid 1682), Diego de Saavedra Fajardo, “Idea de un príncipe político cristiano representada en cien empresas” (Munich, 1640), y algún ejemplo valenciano como, Juan de Borja, Empresas Morales (Praga 1581; segunda edición ampliada: Bruselas 1680), Cortés, Jerónimo, Libro y tratado de los animales terrestres y volatiles. (Valencia 1615), Marco Antonio Ortí, “Siglo cuarto de la conquista de Valencia” (Valencia 1640), entre otros.
Dentro de este esquema literario, hay otros libros que ya presenté anteriormente que encajarían perfectamente, como la obra de Baltasar de Vitoria, “Theatro de los Dioses de la Gentilidad” y la de Juan Pérez de Moya “Philosophia Secreta”. Pero él de hoy es claro ejemplo de este género.

Esta obra la escribió Andrés Ferrer de Valdecebro , hijo de familia noble, nació en Albarracín en 1620 y murió en Alcalá en 1680. profesó como dominico en el convento de Santo Tomás de la corte, y en el cursó su brillante carrera literaria. Viajó a Nueva España donde se dedicó a la alta enseñanza teológica en El Real Colegio de San Luis de Francia en la Puebla de los Ángeles, base de la Universidad de dicha población. Como rector de dicha Academia defendió sus privilegios reales y pontificios, mejoró su rendimiento y lo abasteció económicamente gracias a sus reformas. Orador notable que compaginaba sus actividades con la predicación y catequización de los indios vecinos a Puebla. Vuelve a Madrid, en 1675 y es nombrado profesor de Teología Moral en el colegio dominicano de Santo Tomás. Confesor de princesas, predicador real de número, calificador del consejo de la suprema Inquisición. Sus obras muy numerosas se imprimieron a caballo entre México y España. En cuanto a las obras publicadas en España no he encontrado ningún problema, hay información suficiente, se imprimieron en Madrid, Burgos, Barcelona, Alcalá de Henares y Valencia. La dificultad la he encontrado con las obras mexicanas, ya que no he encontrado ejemplares en el CCPBE ni en el CCPBMx. En cambio tengo referencias de estas obras en Palau y en la Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana Espasa-Calpe. Algunas de las obras citadas coinciden en ambas obras, en título y año, algunas en título y algunas aparecen en Espasa y no en Palau, lo que no coincide en ningún caso es el lugar de impresión, para Palau se imprimieron en Puebla y para Espasa en Txalaca. Por ejemplo, “Peligros de la America y calamidades de la Religión Católica” (Puebla de los Angeles o Txalaca, 1650). Lo cierto es que no he hecho una búsqueda exhaustiva de ejemplares mexicanos en las bibliotecas del mundo, y tampoco sé si la localidad de Puebla (Puebla de Zaragoza antes Puebla de los Ángeles) perteneció en algún momento al estado de Txacala, o ambos fueron sólo uno. Espero que nuestro bibliófilo mexicano Marco Fabricio, nos de luz sobre el asunto.

En cuanto al estilo literario de Ferrer de Valdecebro, es en ocasiones excesivamente candoroso y rebuscado, y en sus obras históricas ha sido tachado de gerundiano. Incluso el poeta ilustrado Tomás de Iriarte lo critica en sus fábulas, así en la de “El mono y el titiritero” que lleva por título “Sin claridad no hay obra buena” dice así:

El fidedigno padre Valdecebro,
que en discurrir historias de animales
se calentó el celebro,
pintándolos con pelos y señales;
que, en estilo encumbrado y elocuente,
del unicornio cuenta maravillas,
y el ave fénix cree a pie juntillas,
(no tengo bien presente
si es en el libro octavo u en el nono),
refiere el caso de un famoso mono.

El motivo de la burla, conjuntamente con el estilo literario, son los primeros apuntes que hace Andrés Ferrer sobre el fenómeno biológico de la adaptación, que forman la base de las modernas teorías evolucionistas.

El ejemplar que hoy os muestro es la tercera de cuatro ediciones, Madrid, Díaz de la Carrera, 1658; Madrid, Antonio de Zafra, 1680; Barcelona, Sebastián Cormellas, 1696 y Madrid, Juan Zúñiga, 1728. Mi ejemplar corresponde al apuntado por Palau como 90.590. Salvá solo cita la otra obra similar que escribió Ferrer, en la cual reflejaba sus emblemas morales en las aves, que es la otra obra titulada “Gouierno general, moral y politico hallado en las aues mas generosas y nobles : sacado de sus naturales virtudes y propiedades”.

Aunque todo sea dicho, existen al menos dos ediciones distintas de la que se creía que era una sola, según las obras de bibliografía. De manera que de mi libro impreso en Barcelona en Casa de Cormellas por Thomas Loriente Impresor, año de 1696, existe otra edición distinta, con los mismos datos, pero que en la portada se reflejan pequeñas diferencias tipográficas y de composición. Una de las ediciones la que no lleva frontispicio, lleva una hoja más de preliminares y viceversa. Igualmente se aprecian diferencias en las capitulares que en mi ejemplar, la edición con frontispicio, están decoradas y en la otra simplemente son capitulares tipográficas. Se corrige la errata en el título las propiedades de la Hiena, en mi ejemplar pone “PROPIEAADES” en la otra edición se corrige
Esto lo descubrí al cotejar mi ejemplar con el de la Facultad de Filosofía y Letras de Madrid, digitalizado en Google books. Y lo pude corroborar con el comentario en la ficha del CCPBE. En esta ocasión Internet gana a la bibliografía clásica.

La estructura del libro es 4º, Front. + 7 h prelim. + 398 pags + 25 h de tabla general. A cada fiera le acompaña una xilografía
Las fieras que utiliza como símbolos y los jeroglíficos que se deduce de las virtudes y propiedades de las fieras son las siguientes:



LEON: Del Príncipe, del ánimo, del Tyrano, del temor reverente, de la lascivia, de los padres.



ELEFANTE: De la templanza, de la grandeza, de África, de la venganza, de la mansedumbre, de la sugecion, de la continencia.




RYNOCERONTE: De la fortaleza, del ocioso, de la libertad.




VNICORNIO: De la velocidad, America, del provecho, de la clemencia.




TIGRE: De la voracidad.




ONSA: De la liberalidad, de la benevolencia, del agradecimiento.




LEOPARDO: De la avaricia, del engaño.




HYENA: De la discordia, de la murmuración, del cohecho.




LOBO: Del enemigo, de la mujer, del ladrón.



LYNZE: de la vista.





OSSO: De las religiones, del iracundo, de la abstinencia.




XAVALI: De la ignorancia, de la gula, del sacrificio.




CIERVO: de la penitencia, de la lisonja, de la vida.




TORO: De la Tierra.




CAMELLO: Del trabajo.




CAVALLO: Del tiempo, de la guerra, de la osadía.




CAN: De la fidelidad, del predicador, del vicio.



CYNOCEFALO: De la sabiduría, del Sacerdote, del mundo.

Cada característica del animal representado la desarrolla como un capítulo, al que sigue un “geroglífico” de dicha característica que igualmente forma un capítulo y a este le sigue una digresión, que enlaza con la característica analizada. Todo este conjunto forman un total de ciento tres capítulos.

El índice de digresiones es el siguiente:
1- De la obligación precisa de los Príncipes, y Superiores para el acierto en el govierno de sus vassallos , y súbditos.
2- De la tyranía. Como arruinan las Monarquías, si usan de ellas los Governadores.
3- De los daños que acarrea la lascivia deshonestidad, y descompostura.
4- De la veneración, que a los padres, y ancianos se deve, y de la obligación de los padres en la criança de sus hijos
5- De los bienes que consigo trae la templança, y los graves daños, que al desorden acompañan.
6- De que no es ninguna ocasión justa la venganza en los Católicos, con ejemplares vivos de Gentiles, que enseñan a perdonar las injurias, y acusan la injusta ley del duelo.
7- De la ocasión porque se pierden las Monarquías, y Repúblicas, que es salir del passo de su estado los hombres.
8- De las ruinas que a ocasionado la incontinencia, y de los que han sido por continentes celebrados
9- De la ociosidad, desdichas, y males que acarrea, y le son vezinas.
10- Del riesgo a que se pone ,el que familiar trata con mugeres, aunque sean lícitas, y decentes conversaciones.
11- De que la clemencia ha de governar el Cetro en todos los Superiores, no en el rigor.
12- De la obligación, que en la criança de las hijas tienen sus madres.
13- De que no es lo mayor de los hombres ser liberales, sino saberlo ser.
14- De que la prenda mas grande del hombre, es el agradecimiento.
15- De que no es la felicidad en los poderosos la riqueza, sino desdicha, si con la avaricia la acompaña.
16- De que la codicia en los Juezes y Ministros, es la ruina de los Reynos y Pueblos.
17- De las mugeres ilustres que han mercido el mundo desde su fábrica, hasta nuestras edades.
18- De que fuera conveniente escusassen las Repúblicas los logreros.
19- Del principio y antigüedad, de las Religiones
20- De la abstinencia, y ayuno, como ha deteriorado nuestro ser natural no tenerla.
21- De los achaques, y males que la gula engendra, y desdichas que aborta.
22- De que la lisonja es el más pestilente contagio para todo linaje de Repúblicas.
23- De que la más gloriosa vida, es la que alcanza, y consigue, el trabajo.
24- De la amistad, y elección de los amigos, quan necessarios son, y como se han de conservar.
25- De que si es lícita la guerra.
26- De la Ilustríssima Familia de Predicadores, sus excelencias y antigüedad.
27- De las letras, y los más celebrados por ellas en todos los siglos.
28- De los peligros del mundo, y como se ha de huir de sus engaños.

Como veréis, los temas morales y las debilidades del hombre no han cambiado demasiado a través de los siglos.

En cuanto a la conservación del libro, llama la atención su buen estado. La encuadernación no es la original, se reencuadernaría en la primera mitad del XIX. Esta encuadernado en pergamino romana, con un discreto tejuelo rojo con el nombre y título entre unos hierros, que le da cierta elegancia y sobriedad. Las hojas, aunque no están lavadas, se conservan lisas y limpias aunque es el típico papel de mala calidad del XVII, pero la reencuadernación es muy buena. Mantienen los cortes, algo de color amarillo con unas ligeras salpicaduras en verde.

Conserva un ex libris nobiliario moderno del anterior propietario, se trata del Conde de Hoochstrate, que según he podido averiguar en elencos nobiliarios, es nieto de Juan Francisco Pérez de Guzmán y Boza, Duque de T’Serclaes, insigne bibliófilo español, hermano del Marques de Jerez, igualmente bibliófilo cuya colección descansa en la Hispanic Society. Me gustaría imaginar que este libro, del “Govierno general y moral…” no fue adquirido por el conde Hoochstrate, sino que lo heredó del ilustre bibliófilo español el Duque de T’Serclaes y que cuando me siento en el rincón favorito de mi sofá y ojeo sus páginas, son las mismas hojas que él hojeo, a la luz de un candil, allá por siglo XIX.

9 comentarios:

Galderich dijo...

Lamberto,
Volvemos a lo mismo: una maravilla.
Ya sabes que los grabados son mi debilidad y estos de los animales aún más. Siempre me ha fascinado cómo en aquellas épocas que no tenían a su alcance ni los National Geographics ni los reportajes de culturales podían representar animales sólo de reproducciones de reproducciones. Por esto tienen esta característica tan dulce y simpática.

Sobre el tema de los emblemas has hecho una fantástica introducció que aprovecharé para enlazar en mi último artículo cuando hablo de los emblemas.

Marco Fabrizio Ramírez Padilla dijo...

Lamberto.
Precioso ejemplar en todos los sentidos, acompañado como acostumbras de una excelente introducción. Me llamó la atención que no se mencione ningún animal endémico de América. ¿Quizá se deba a que fue escrito antes de su viaje a la Nueva España?.

Para mí es un verdadero honor poder colaborar con mi granito de arena.
A mediados del siglo XVII solamente la ciudad de México y la de Puebla contaban con imprentas, por otra parte, el actual estado de Tlaxcala perteneció durante el virreinato, al obispado de Puebla.
La confusión se debe a que en la "Lamentación Apologética" de 1650 se escribió la palabra tascali y se interpretó por algunas personas como Tlaxcala.
Ahora sabemos con seguridad que las obras se imprimieron en Puebla, siendo la noticia de Palau la correcta.
También en 1650 tenemos, (la que mencionas) " Peligros de la América y calamidades de la religión Católica... En 1651 "Panegerico, predicado por...". De 1654 "Erección Sacra del templo más Glorioso de la América contra Cromwell el tirano de Inglaterra", " Patriarcha San Ioseph..." 1655 " Anticertamen, Aprecio de las Musas verguenza del Parnaso..."
Faltan revisar las consignadas en la Biblioteca hispanoamericana septentrional, y en las adiciones de Medina, que una vez que las consulte, con todo gusto te haré llegar.( No estoy ahora con mis libros como diría Ibn Jaldun: sin mis libros no soy nada)
Saludos bibliófilos.

lamberto palmart dijo...

Galderich, soy de tu mismo parecer, la ingenuidad de las representaciones de las fieras, añadido a la dificultad de conocer, por parte del grabador, su verdadero aspecto, las hacen especialmente atractivas. Aunque también es verdad que el estilo primitivo contagia a todos los animales, ya sea un toro o un lobo, o bien, un rinoceronte o un tigre. Si te fijas, no se debían ver ni muchos linces ni muchos lobos,ya que resulta más semejante a la realidad el elefante, que las otras fieras autóctonas. Pero bueno, creo que la labor del grabador no era la de naturalista, mas bien lo prioritario era que el público identificara el animal. Creo que eso era lo primordial, y que las sencillas líneas de la xilografía quedaran grabadas en la mente del lector.

Saludos calcófilos.

lamberto palmart dijo...

Marco Fabrizio, inestimable la ayuda que me has brindado al completar la información de mi artículo, con tus conocimentos de la cultura mexicana.
Has aclarado mis dudas histórico-geográficas y has ampliado la información bibliográfica, que igualmente será de ayuda a nuestros lectores. Y gracias anticipadas por la información que reciba. En estos momentos se agradece tener un bibliófilo amigo al otro lado del charco.

Saludos bibliófilos.

Galderich dijo...

Lamberto,
Permíteme felicitar a Marco Fabrizio y agradecerle que pueda rellenar nuestras lagunas sobre bibliografia mexicana. Aunque no tengas tus libros, para nosotros eres mucho!

Marco Fabrizio Ramírez Padilla dijo...

Al contrario, muchas gracias a ustedes por escribir notas que tienen relación de alguna u otra manera con mi tierra. un fuerte abrazo a ambos

Diego Mallén dijo...

Amigo lamberto: Con un poco de retraso acabo de leer este nuevo y estupendo artículo. Colación detalladísima junto con uan reflexión sobre lo que ha representado la emblemata en el mundo del libro. ¡qué bien hiciste en quedarte este libro de procedencia, por más, de ilustre bibliófilo.

Saludos bibliófilos.

lamberto palmart dijo...

Amigo Diego, gracias por tu tardío pero esperado comentario. Comprar un buen libro con un buen bibliófilo al lado que te de su opinión, es un privilegio.

Saludos bibliófilos.

Anónimo dijo...

Muy Interesante Colección, espero llegar algún en ser un gran coleccionista de libros, a mis 25 años estoy comenzando con esto de los libros, me falta mucho por aprender... un saludos muy grande Libros Collection.. Chile.