domingo, 22 de marzo de 2009

“España Sagrada. Theatro Geographico-Historico de la Iglesia de España” – T II -1754







Sigue el título: “Origen, divisiones, y límites de todas sus Provincias, Antigüedad, Traslaciones y estado antiguo y presente de sus sillas, con varias disertaciones críticas. Tomo II contiene la Chronologia de la historia antigua de estos Reynos, aplicada a Concilios y Reyes, declarando el verdadero cómputo de la Era Española: con Tablas de cómputos Eclesiásticos, y uso de los Cyclos.”
La España Sagrada es la monumental obra de Henrique Flórez de Setién y Huidobro. Religioso agustino nacido en Villadiego, Burgos el 21 de Julio de 1702 y fallecido en Madrid el 5 de mayo de 1773. Estudio en Salamanca, Ávila, Valladolid y Alcalá de Henares, llegando a alcanzar el doctorado en Teología y siendo catedrático de dicha ciencia en Alcalá de Henares. Conoció a eruditos de su época lo que le influenció en su magna obra. Después de dedicar unos años a los estudios teológicos y escribir un tratado de teología escolástica en seis volúmenes, se dedicó al estudio de la historia eclesiástica siguiendo las pautas de la ilustración, bebiendo de las fuentes, investigando y desplazándose allí donde pudiera recavar información, incluyendo archivos y monumentos. El fruto de todo esto fue la titánica obra “La España Sagrada” cuyo primer tomo vio la luz por primera vez en 1747. Llegó a alcanzar los cincuenta y un volúmenes, de los cuales el padre Flórez compuso los 29 primeros. Entre los años 1747 y 1750 los cinco primeros y el resto fue saliendo hasta 1775, los dos últimos aparecieron póstumos. Flórez se inspiró claramente en la Gallia Christiana in provincias ecclesiasticas distributa; qua series et historia archiepiscoporum, episcoporum et abbatum Franciae vicinarumque ditionum ab origine Ecclesiarum ad nostra tempora deducitur et probatur ex authenticis instrumentis ad calcem appositis... (Paris, 1715-1785, 13 vols.) de Denis de Sainte-Marthe y la Italia Sacra (Venecia, 1717-1722, 10 vols.) de Ferdinando Ughelli, dos de los más ambiciosos empeños historigráficos de su tiempo.
Los agustinos, sus compañeros de orden, no quisieron dejar interrumpida la obra y la continuaron, en cuya labor destacaron los padres Manuel Risco, quien se ocupó de la edición de los tomos 30 al 42; y Antolín Merino y José de la Canal, que se ocuparon de los tomos 43 al 46. La Desamortización de Mendizábal en 1836 interrumpió los trabajos y los tomos 47 y 48 aparecieron gracias a Pedro Sainz de Baranda; impulsada la continuación por la Real Academia de la Historia, Vicente de la Fuente preparó los tomos 49 (1865) y 50 (1866). Carlos Ramón Fort elaboró el 51 editado en 1879 y el volumen 52, elaborado por Eduardo Jusué, apareció en 1918; Ángel Custodio Vega compuso los dos últimos publicados, apareciendo el último en 1957.
El tomo que hoy nos ocupa es una de las reimpresiones sueltas que se hicieron posteriormente conforme se iban agotando las primeras, y aparece como segunda edición (Palau 92692). Resulta difícil completar una colección completa, ya que la edición de tomos llega hasta el siglo XX, a lo que hay que añadir diferentes ediciones y reimpresiones de diferentes tomos.
Pero este segundo tomo es interesante por si solo por la historia de la cronología y sus diferentes tablas de cómputos.






De esta manera trata de los diferentes cómputos cronológicos y la manera de expresarlos, el año del nacimiento de Cristo, la Era española, el año de la Hégira, y otros ciclos que ayudan a determinar ciertas fechas, como la letra dominical, la indicción, la epacta, el áureo número o ciclo de la luna, las olimpiadas y el ciclo solar . Todo ello realizando comparaciones con las noticias de los reinados visigodos, de los diferentes cronicones y fechas de los concilios hispánicos.
Se podrían dedicar varios folios a las curiosidades que nos cuenta el Padre Florez pero me extendería demasiado. Si es digno de destacar los dos grabados sobre esfera armilar y globo terráqueo que acompañan a esta obra.


Incluye un calendario romano gentilicio con las fiestas romanas y la calificación de cada día –resulta curioso lo de los días fastos y nefastos- e indica que la primera publicación de dicho calendario se la debemos a Arias Montano y Pedro Chacón en el tomo 8 del “Thesoro de las Antiguedades Romanas” de Grevio, 1574. Con la explicación de las abreviaturas en las que se indican las diferentes fiestas. Otra curiosidad, el 19 de Marzo coincide con la fiesta Quinquatria, que son fiestas a Minerva, que se hacían al quinto día después de los Idus, y que duraban cinco dias.
Al final de la obra se incluye con portada y paginación propia “Elogios del Santo Rey Don Fernando, puestos en el sepulcro de Sevilla, en Hebreo, y Arábigo. Hasta hoy no publicados, con las inscripciones latina y castellana.” Opúsculo muy bonito por las diferencias de tipografía utilizada y las láminas hebreas y árabes.












Esta pequeña obra también aparece como obra completa, pero en ese caso va acompañada de tablas de conversión de los años cristianos a los árabes. Pero no ocurre así cuando va acompañando este segundo tomo de la España Sagrada.
Es tomo 4º, encuadernado en pergamino con restos de lazos y contiene anteportada + portada + 6h. + 327 Págs. + portada + 1h + 25 Págs. + 1h blanca.