domingo, 9 de noviembre de 2008

“Elementos de Química teórica y práctica - 1788”






Recuerdo cuando compré este libro en una de las ediciones de la Feria del Libro Antiguo y de Ocasión de Valencia. En la qué tan buenos ratos he pasado. Un lujo poder pasar de una librería a otra observando los mejores ejemplares que cada librero prepara para la feria (aunque cada año hay más libro de ocasión en detrimento del libro antiguo) y cambiando impresiones con alguno de los libreros que con el tiempo se han convertido en amigüetes. Se hecha de menos una Cuesta Moyano valenciana.

Aquel año no encontré nada realmente especial, así que entre las baldas de uno de los expositores, apareció un libro de química del XVIII era los “Elementos de Química teórica y práctica” de Morveau, Maret y Durande, traducidos por el barcelonés Melchor de Guardia y Ardevol. Un libro de la Ilustración donde se dan las directrices para la nueva química. Como mi biblioteca no contaba con ningún libro sobre química y era de mi época favorita, decidí comprarlo.


Esta obra supone una ruptura con los antiguos elementos de la química como por ejemplo, el flogisto. Es significativo desde un principio el encabezamiento de la primera lección, “Elementos de Química teórica y práctica, puestos en un nuevo orden después de los descubrimientos modernos, para servir al curso público de la Academia de Dijon”. En el se establecen las bases para el resto de la obra, dando una definición de lo que se entiende por química. Se explican los términos utilizados en esta ciencia, como agregación, afinidad, constituyentes, calcinación, sublimación, destilación, fusión, etc. Así como las descripciones de los instrumentos utilizados, hornos diversos, alambiques, recipientes, retortas, crisoles, moletas, balanzas, etc.




En el capítulo tercero titulado “Compendio del Systema de Historia Natural” se explican las diferentes naturalezas de los elementos y compuestos químicos. En la primera frase de este capítulo queda clara la idea que se persigue, “La Historia Natural sin la Química es una ciencia incierta”. De este modo organiza el “Reyno Mineral” en tierras, metales, semi-metales, sales, materias volcánicas y aguas minerales.






El resto de la obra que tiene un total de veintitrés capítulos trata de diferentes tipos de disoluciones, como por ejemplo disolución por el fuego, por el aire, por el agua, por los diferentes ácidos (sulfúrico, nitroso, muriático, borácico, acetoso, fosfórico, etc.), alcoholes, éter, aceites fijos y volátiles, y por el mercurio.

Finalmente hay dos tablas. Una “Tabla de afinidades” en que aparecen símbolos que nos recuerdan muy de cerca a la Alquimia y una “Tabla Synóptica de los disolventes químicos, de las bases simples y de los productos de su combinación”.





Este libro fue impreso en Madrid, en la Imprenta de Benito Cano en 1788 es de formato 4º y tiene 3h + 576 Págs. + 2h desplegables de tablas. Esta encuadernado en piel marrón y conserva un desdibujado tejuelo. El libro está bien conservado, aunque las tablas están un poco deterioradas.