domingo, 23 de noviembre de 2008

“Historia de la Oceania, ó quinta parte del mundo - 1845”






La Historia de la Oceanía es una obra que le tengo un especial cariño. No es un libro antiguo, más bien es un libro viejo, no es un libro raro, se encuentra con relativa facilidad. Pero tiene el poder de evocar con facilidad épocas pasadas. Es la época del romanticismo, y sus numerosas láminas grabadas al acero, nos trasportan a exóticos paisajes, casi inexplorados. Un mundo virgen y casi sin civilizar, con sus propias y ancestrales costumbres, algunas terroríficas como el canibalismo, con sus etnias propias, con la descripción de animales hoy extintos o en peligro de desaparecer, como los rinocerontes y tigres de Java y Sumatra. Hay descripciones arqueológicas, lingüísticas, religiosas, económicas, etc. Es casi un libro de viajes.

De hecho es la edición española de un libro francés titulado “Océanie, ou Cinquième partie du monde. (dans la série: L'Univers. Histoire et description de tous les peuples). Revue géographique et ethnographique de la Malaisie, de la Micronésie, de la Polynésie et de la Mélanésie; Offrant les résultats des voyages et des découvertes de l'auteur et de ses devanciers, ainsi que ses nouvelles classifications et divisions de ces contrées “ Paris: Firmin Didot, 1836 - 1837. 3v. 8º. El autor GL Domeny de Rienzi, es un ilustrador, escritor y el mismo se considera un viajero. Miembro de varias sociedades geográficas, como la Société de Géographie y la Sociedad ASIATIQUE de París y Bombay. Su libro fue concebido como un estudio histórico, general y amplio, de la región del Pacífico y se basó en la información recogida en anteriores viajes a Oceanía, y los suyos propios.




En el prólogo de la obra el propio autor dice “Nuestra obra será un resumen de los mejores viajes conocidos, y muchas veces de diversos viajes antiguos y recientes, inéditos casi todos, del mismo auto; una colección de las tradiciones más auténticas; en una palabra, la Revista pintoresca, etnográfica y enciclopédica a veces, de la Oceanía.”





Esta obra compuesta por cuatro volúmenes, presentada en tres tomos (hoy veremos el primero) pertenece a una gran colección de geografía llamada Panorama Universal. Todos los títulos de esta colección empiezan por “Historia de… “aunque dependiendo del país del que se trate, también se incluye geografía, historia natural, etc. Otra característica de la colección es la profusión de láminas, grabadas al acero, intercaladas en el texto, que en algunos casos como en el de Historia de Francia, dedica un tomo íntegramente a las láminas.






En este primer tomo está impreso en Barcelona por la Imprenta del Fomento en 1845, en 8º mayor. Encuadernado en holandesa con puntas y papel de aguas. Antes de la portada tiene dos mapas a doble página de Oceanía y Melanesia, 84 láminas, 2 tablas plegadas (cuadros políglotas comparativos) y 392 Págs. incluido el índice. La conservación es decente, aunque con manchas de óxido debido principalmente a la tinta ferro-gálica.






La división de este libro queda del modo siguiente: Cuadro general e Historia Natural, luego Malesia o grande archipiélago de las Indias Orientales. Con capítulos de I al CCII en los que habla de todas las islas Sumatra, Java, Singapur, Bali, Borneo, Kalemantan, Filipinas, Isla de Luzon y todas las islas adyacentes a las principales con las descripciones de animales, plantas, minerales, etnología, antropología, hidrografía y geografía, religión e instituciones religiosas, usos, costumbres, arquitectura, trajes, monedas, pesos y medidas, comercio, literatura, música y canto, teatro, códigos de leyes, habitaciones y muebles de los reyes, piratas, arqueología, etc. Y por último una parte dedicada a la Micronesia, con iguales características.

Entre las múltiples curiosidades que contiene este volumen, cada página sería para transcribirla y comentarla, no puedo pasar por alto el capítulo que dedica el autor al Orang-utan. En el que da pie a la existencia de eslabones perdidos. Os transcribo algunas líneas: “Díjome un Biadju que los orang saben encender lumbre; pero lo cierto es que saben construirse pequeñas chozas; que saben recoger cangrejos y moluscos en las playas del mar, romper ostras y pechinas en las rocas”. Hablando de uno que había encontrado en el bosque y llamaba Bagús dice: “Sabia destapar una botella, llevar mi karpus y mi turbante; cerraba y abría la puerta, se hacía la cama, y como era muy friolero se tapaba con mantas…” “Mi orang me servía a la mesa; parecía estar muy satisfecho y pagado de sí cuando yo le hacía comer conmigo o fumar mi huka” “Labrosse, citado por Buffon dice: estos animales tienen el instinto de sentarse a la mesa como los hombres; comen de todo sin distinción; se sirven del cuchillo, de la cuchara, del tenedor, para trinchar lo que le sirven en el plato”. Un capítulo curioso de principio a fin, entre la incertidumbre y la fantasía, o tal vez algún el relato acerca de algún homínido desaparecido, como el reciente caso de la Isla de Flores, Isla qué también se cita en esta obra.