sábado, 28 de marzo de 2009

“El Comercio del Libro Antiguo”-2008

.




Hablar del comercio del libro antiguo es como hablar del sexo de los ángeles. Elucubraciones, cabalas y discusiones bizantinas, expresión esta última que en este caso y como veréis más adelante cobra especial relación su origen, con el tema que nos ocupa.

Se han escrito sobre este tema, tanto trabajos incluidos en obras de bibliología como títulos propios, como por ejemplo “Tasación, valoración y comercio del libro antiguo (textos y materiales)” edición de José Manuel Pedraza Gracia, referente a los cursos que se impartieron entre el 2 y el 6 de septiembre de 2002 en Jaca, promovidos por la Universidad de Zaragoza. Obra clara, concisa, sencilla, asequible y recomendable para todos aquellos que quieran conocer el mundo del libro antiguo con una buena introducción y sin pretensión ninguna. Otros escritos relacionados los podemos hallar en la “Pasión por los libros” de F. Mendoza o “El libro antiguo” conjuntamente por J.M. Pedraza, Y. Clemente y F. de los Reyes.

Últimamente ha llegado a mis manos, previo pago de la módica cantidad de 10 € de vellón, el libro “Comercio del libro antiguo” Ed. Arco Libros, 2008 escrito por el librero de la Librería Luces de Bohemia, experto en el carlismo y exprofesor de la Universidad de Zaragoza, Francisco Asín Remírez de Esparza. Al cual solo he tenido el placer de saludar y no he tenido la ocasión de hablar más distendidamente con él. No así con su hijo Ignacio, al cual si que conozco de muchos años, por atender él personalmente la caseta que su librería instala todos los años en la Feria del libro Antiguo y de Ocasión de Valencia.

Hechas las presentaciones expongo sucintamente las partes que componen esta obra que son los “quinqui libri” o capítulos que la integran; a saber: I -el libro antiguo: términos y periodización. II –El comercio del libro viejo y antiguo: ferias, subastas y catálogos. Las ciudades del libro e Internet. III –Valoración y tasación. La susceptibilidad del mercado español. IV –La influencia temática y las peculiaridades y V –Elementos auxiliares para la tasación del libro antiguo.

Es un libro igualmente recomendable. Pequeño en su formato pero grande en su contenido. Cada línea de desarrollo del tema que expone en cada capítulo es un aporte de datos fundamentales al mundo de la bibliología, conciso y claro, e igualmente novedoso en algunos datos que aporta, en comparación con otras obras de la misma temática.

Una vez vendido el libro, que creo que es lo que hecho, y de verdad vale la pena adquirirlo por los conocimientos aportados en él, voy ha ejercitar mi derecho a la crítica de ciertas ideas, conclusiones, modos y reflexiones de este libro, desde la posición de integrante de esta república bibliófila, formada por libreros, bibliófilos y bibliotecas. Habrá quien piense que no soy el más indicado por mi preparación académica, no llego al nivel del autor, y por supuesto las opiniones que expongo son personales, discutibles y generadas por la propia experiencia.
Pero acaso no critica el ciudadano a su presidente de gobierno o a sus ministros cuando lo considera oportuno. Luego creo que puedo ejercer la crítica, ante quien ejerce de ministro de economía en esta república y redacta un manual de valoración del libro.

Tras la lectura del libro y en comparación con otros, creo que el autor peca de sectario de su propia librería y de unas pautas a seguir totalmente parciales. Creo que no valora suficientemente los nuevos campos en los que nos movemos, ni los nuevos tiempos. Los vanos recuerdos de épocas doradas de la bibliofilia inundan la obra, provocando añorados suspiros por no tener a mano una máquina del tiempo que nos llevara, por ejemplo, a la subasta de Heredia o la del Marques de Morante. Viendo la parte positiva, por otro lado, nos ofrece una información histórica sin par.

El autor también “barre para casa” al dar su opinión acerca de las casas de subastas. Nos informa -y es cierto- que algunas casas de subastas se desentienden de las posibles imperfecciones de los lotes y que la comisión oscila entre el 15 y el 20% más el IVA. Bueno pues ante grandes problemas grandes soluciones, infórmate del lote a adquirir, si no puedes ir personalmente perfectamente puedes llamar por teléfono. Generalmente los precios de salida son bajos por lo que tienes la oportunidad de que alguien no se interese por el lote y poder adjudicártelo a buen precio. En cuanto a las comisiones, podíamos compararlas con las del librero, que desde luego tiene todo el derecho a ganar lo que estime conveniente, tiene sus gastos, etc, etc. Yo tengo buenas y malas experiencias con casas de subastas, igualmente con libreros. Pero el gran mercado del Arte se mueve en salas internacionales como Sotheby’s o Christie’s por ejemplo. El mercado es el qué en última instancia determina los precios y las tendencias. Y las subastas es el mejor escaparate; es puro y rápido mercado.

Igualmente sigue “barriendo” en el tratamiento que hace sobre los manuscritos y los “libros de horas”, del cual es especialista y podemos verlos referenciados en sus espléndidos catálogos, todo sea dicho, que edita anualmente o con motivo de alguna feria. Cuando este tipo de libro es un mercado limitadísimo. ¿Por qué no le da el mismo trato a los pliegos de cordel? que los hay rarísimos y muy valiosos.

Creo que es criticable uno de los factores que enumera a la hora de valorar un libro. Dice el señor Asín en la Pág. 31. “En cualquier caso la rareza de un libro, si el tema no es apetecido por los bibliófilos, incide cada vez menos en el precio. “. Y digo yo, que es apetecido por los bibliófilos. Según Porter en su libro “Les Llibres”, y en su discurso “A los amigos de los libros” habla de 3.000 especialidades biblio-iconográficas. O es que todos los bibliófilos compran los mismos libros de las mismas temáticas. Creo que en este caso no es parcial y da la impresión de elegir como libros predilectos aquellos que buscan sus clientes. Por lo que menosprecia otros. Esto se nota en su valoración del libro navarro-aragonés. Y hoy en día el mercado es mucho más amplio, e Internet abre campo le guste o no, que no le gusta.

Dice que en las librerías se hacen bibliófilos y añora las tertulias librescas en las librerías, centro de comunicación y aprendizaje de libreros y bibliófilos. Por otro lado hecha de menos que no aparezcan nuevos bibliófilos. Por desgracia no he podido visitar su librería en Zaragoza, pero como he dicho antes, si que he podido visitar su stand en la Feria del Libro Antiguo de Valencia durante muchos años. Poco le he comprado, la verdad, tampoco me ha sabido vender. También es verdad que siempre me ha atendido su hijo Ignacio que es el que en realidad no me ha sabido vender. Mis primeras e inexpertas visitas, va aquí la dificultad de encontrar nuevos bibliófilos, fueron poco menos que bochornosas. A mi me atraían los libros antiguos y quería que me aconsejaran pero con D.Ignacio al frente era una labor costosísima. En las primeras ocasiones solo le faltaba el cartel “Solo pueden acercarse a los libros antiguos aquellos que demuestren conocimientos suficientes para apreciarlos”. Pasaron los años y una vez pasé la reválida me faltaba el carnet de cliente y algo le compré. Y hasta que no he sido presentado por otros eminentes bibliófilos, clientes suyos no he podido acceder con cierta relajación al sancta sanctórum de su fondo. ¿Qué entiende por captar nuevos bibliófilos? Siento, si por casualidad me lee Ignacio -que no creo que se rebaje a tal-, que se sienta ofendido, pero lo que escribo no es ni más ni menos lo que me transmitió durante muchos años. Pero el tiempo lo cura todo y como de todo se aprende, pelillos a la mar.
Vuelvo a repetir que a pesar de mis críticas y percepciones personales, es un libro imprescindible, documentado y vivo testimonio de un librero. Libreros de los que no podemos prescindir, pero que tienen que buscar nuevas soluciones y adaptarse a los nuevos tiempos. Grandes librerías incluyen sus magníficos catálogos en Internet como Els Llibres del Tirant, otros no son lentos como Blazquez o Bardón, otros tienen tienda virtual como Librería Farré o nombres internacionales como Quaritch, Maggs, Orssich, Antiquaariat Forum, Krown & Spellman, todas pertenecientes a ILAB (International League of Antiquarian Booksellers) que es un sello de garantía.
Las librerías son pilares fundamentales en nuestra pasión, pero creo que hasta que no me jubile no tendré tiempo para tertulias en sus establecimientos. A no ser que hagan como los museos, que cierren los lunes y abran los domingos, seguro que alguno me matará por esto. Pero recuerdo en Valencia el fenómeno de la librería Crisol, que la podías encontrar llena un domingo por la tarde y tener que guardar cola en caja para pagar. Era libro moderno, pero librería al fin y al cabo.

Podíamos seguir reflexionando a través de este libro, pero no me quiero extender demasiado, ni convertirlo en un monólogo. Espero vuestros comentarios y comenzaremos la tertulia, en otro entorno menos sugerente que una librería de viejo, pero cercano en la distancia.

En esta ocasión he preferido narrar, como reza el encabezamiento de mi blog, encuentros y desencuentros con la bibliofilia. La próxima entrega un gran libro.

domingo, 22 de marzo de 2009

“España Sagrada. Theatro Geographico-Historico de la Iglesia de España” – T II -1754







Sigue el título: “Origen, divisiones, y límites de todas sus Provincias, Antigüedad, Traslaciones y estado antiguo y presente de sus sillas, con varias disertaciones críticas. Tomo II contiene la Chronologia de la historia antigua de estos Reynos, aplicada a Concilios y Reyes, declarando el verdadero cómputo de la Era Española: con Tablas de cómputos Eclesiásticos, y uso de los Cyclos.”
La España Sagrada es la monumental obra de Henrique Flórez de Setién y Huidobro. Religioso agustino nacido en Villadiego, Burgos el 21 de Julio de 1702 y fallecido en Madrid el 5 de mayo de 1773. Estudio en Salamanca, Ávila, Valladolid y Alcalá de Henares, llegando a alcanzar el doctorado en Teología y siendo catedrático de dicha ciencia en Alcalá de Henares. Conoció a eruditos de su época lo que le influenció en su magna obra. Después de dedicar unos años a los estudios teológicos y escribir un tratado de teología escolástica en seis volúmenes, se dedicó al estudio de la historia eclesiástica siguiendo las pautas de la ilustración, bebiendo de las fuentes, investigando y desplazándose allí donde pudiera recavar información, incluyendo archivos y monumentos. El fruto de todo esto fue la titánica obra “La España Sagrada” cuyo primer tomo vio la luz por primera vez en 1747. Llegó a alcanzar los cincuenta y un volúmenes, de los cuales el padre Flórez compuso los 29 primeros. Entre los años 1747 y 1750 los cinco primeros y el resto fue saliendo hasta 1775, los dos últimos aparecieron póstumos. Flórez se inspiró claramente en la Gallia Christiana in provincias ecclesiasticas distributa; qua series et historia archiepiscoporum, episcoporum et abbatum Franciae vicinarumque ditionum ab origine Ecclesiarum ad nostra tempora deducitur et probatur ex authenticis instrumentis ad calcem appositis... (Paris, 1715-1785, 13 vols.) de Denis de Sainte-Marthe y la Italia Sacra (Venecia, 1717-1722, 10 vols.) de Ferdinando Ughelli, dos de los más ambiciosos empeños historigráficos de su tiempo.
Los agustinos, sus compañeros de orden, no quisieron dejar interrumpida la obra y la continuaron, en cuya labor destacaron los padres Manuel Risco, quien se ocupó de la edición de los tomos 30 al 42; y Antolín Merino y José de la Canal, que se ocuparon de los tomos 43 al 46. La Desamortización de Mendizábal en 1836 interrumpió los trabajos y los tomos 47 y 48 aparecieron gracias a Pedro Sainz de Baranda; impulsada la continuación por la Real Academia de la Historia, Vicente de la Fuente preparó los tomos 49 (1865) y 50 (1866). Carlos Ramón Fort elaboró el 51 editado en 1879 y el volumen 52, elaborado por Eduardo Jusué, apareció en 1918; Ángel Custodio Vega compuso los dos últimos publicados, apareciendo el último en 1957.
El tomo que hoy nos ocupa es una de las reimpresiones sueltas que se hicieron posteriormente conforme se iban agotando las primeras, y aparece como segunda edición (Palau 92692). Resulta difícil completar una colección completa, ya que la edición de tomos llega hasta el siglo XX, a lo que hay que añadir diferentes ediciones y reimpresiones de diferentes tomos.
Pero este segundo tomo es interesante por si solo por la historia de la cronología y sus diferentes tablas de cómputos.






De esta manera trata de los diferentes cómputos cronológicos y la manera de expresarlos, el año del nacimiento de Cristo, la Era española, el año de la Hégira, y otros ciclos que ayudan a determinar ciertas fechas, como la letra dominical, la indicción, la epacta, el áureo número o ciclo de la luna, las olimpiadas y el ciclo solar . Todo ello realizando comparaciones con las noticias de los reinados visigodos, de los diferentes cronicones y fechas de los concilios hispánicos.
Se podrían dedicar varios folios a las curiosidades que nos cuenta el Padre Florez pero me extendería demasiado. Si es digno de destacar los dos grabados sobre esfera armilar y globo terráqueo que acompañan a esta obra.


Incluye un calendario romano gentilicio con las fiestas romanas y la calificación de cada día –resulta curioso lo de los días fastos y nefastos- e indica que la primera publicación de dicho calendario se la debemos a Arias Montano y Pedro Chacón en el tomo 8 del “Thesoro de las Antiguedades Romanas” de Grevio, 1574. Con la explicación de las abreviaturas en las que se indican las diferentes fiestas. Otra curiosidad, el 19 de Marzo coincide con la fiesta Quinquatria, que son fiestas a Minerva, que se hacían al quinto día después de los Idus, y que duraban cinco dias.
Al final de la obra se incluye con portada y paginación propia “Elogios del Santo Rey Don Fernando, puestos en el sepulcro de Sevilla, en Hebreo, y Arábigo. Hasta hoy no publicados, con las inscripciones latina y castellana.” Opúsculo muy bonito por las diferencias de tipografía utilizada y las láminas hebreas y árabes.












Esta pequeña obra también aparece como obra completa, pero en ese caso va acompañada de tablas de conversión de los años cristianos a los árabes. Pero no ocurre así cuando va acompañando este segundo tomo de la España Sagrada.
Es tomo 4º, encuadernado en pergamino con restos de lazos y contiene anteportada + portada + 6h. + 327 Págs. + portada + 1h + 25 Págs. + 1h blanca.

sábado, 14 de marzo de 2009

“Tratao de la Finor y Llibret de Falla”, 1907 y 1946

.




Valencia, mi querida ciudad, esta en fiestas. Las fallas inundan los cruces de las calles y las plazas, esos imponentes y barrocos monumentos que desafían las leyes de la gravedad, con sus figuras saliendo de su estructura y avasallando al espectador con sus grotescas muecas. También las hay sencillas, donde la comisión de falleros son los artífices de su monumento que con trabajo, tesón y a guisa de gran manualidad, llevan a la calle la noche del 15 de marzo, “noche de la plantá” su elaborada falla. Con más o menos presupuesto llevan a la calle lo que en definitiva son las fallas, enormes caricaturas tridimensionales donde los valencianos plasmamos nuestras inquietudes, pesadillas, críticas, burlas y sarcasmos de los sucesos y acontecimientos del año que ha pasado. Si, porque para muchos de los valencianos, su cómputo anual empieza y termina con las Fallas. Tal vez sigamos la más primitiva de las formas de establecer el principio y fin de año, y para nosotros empiece el año con el principio de la primavera. Así en la noche de San José, al quemar las fallas, quemamos todo aquello que nos desagradó durante el año, a modo de un gran aquelarre de fuego y pólvora, para empezar con el equinoccio de primavera el nuevo ciclo vital y volver a quemar al año siguiente, al finalizar el invierno, todos nuestros males. Es el eterno retorno.



De este modo hoy siguiendo la filosofía fallera os muestro dos ejemplos de publicaciones, distendidas, criticables, socarronas, realmente sin importancia, pero valencianas y curiosas.
El “Tratao de la finor” cuyo título completo es “Tratao de la Finor o reglas d’Urbanitat que deben saber los chicos pa vivir en sosietat” es un pequeño manual de urbanidad, higiene y buenas maneras escrita, editada y vendida por el mismo personaje. Vendida en la librería Serred, esquina antigua calle Zaragoza, 29 con la calle del Miguelete, 2. Impreso en la Tipografía moderna en la calle de las Avellanas, 11, a cargo de D. Miguel Gimeno Puchades a mediados de Septiembre de 1907, según reza el colofón. Lo curioso de la obra viene en la portada en la que dice “obra original y póstuma del So Nofre de Silvestre puesta en romance bilingüe por José Serred y Mestre”. Y os preguntareis ¿que es el romance bilingüe? buena pregunta, puesto que no lo sé. Pero visto lo leído aquí en Valencia lo definiríamos como una “espardenya” o escrito en churro, que es como se denomina al valenciano mal hablado por los aragoneses que emigraban de tierras turolenses a principios del siglo XX. También se podría comparar con el “espanglish” o con el incipiente idioma SMS o si me apuráis, con el incipiente castellano de las glosas emilianenses, aunque estas fueron el embrión de algo muy bello como es nuestro idioma. Desde el principio podemos encontrar graciosos comentarios como este que os transcribo, al verso de la portada. “NOTA: Es propietat este libro del Autor; el cual advierte que denunsiará al Cusgado á quien lo reimprimiese. Perque tiene poca grasia que uno se calfe el caletre pera escribir una obra, gastando tiempo y aseite, y otro con sus manos zusias, del trebaco s’aproveche. Oco, pues, con lo que se hace y, no chuem en cañetes.” Por cierto se hizo una reedición facsímil en 1978.
La obra muy cortita, está dividida en una hoja de tabla, dedicatoria, prólogo y sumario que ocupan XXIII de preliminares y 27 Págs. del propio tratado que está dividido en sesenta puntos.
La mayoría hacen referencia a temas escatológicos, así que os voy a poner de ejemplo uno referente a los libros; es el numero “43: -No te arremulles el dedo con saliva, cuando pases las hocas d’ un libro, qu’ eso hase de quente inorante, y demuestra poco apresio de lo que los libros valen, pues se arrugan y se llenan d’una roña semejante á esas manchas terrellosas del papel del chocolate, y el que s’ atreve á tocarlos tiene luego que lavarse”.
Indica el autor al final que terminó de escribirlo el 31 de Agosto de 1907 y que es el fin de la primera parte, pero no conozco ninguna segunda parte.



Termino el breve artículo de hoy con la imagen de un “Llibret de falla” del año 1946,de la Falla de las calles Paz, San Vicente y adyacentes. Tiempos de la posguerra, que se nota en lo sencillo de su contenido y diseño. Tanto el principio como el fin del llibret lo ocupan la publicidad que sufraga la edición del llibret. La primera información es la lista de la comisión de la falla, solo la parte masculina, no sé el motivo de obviar a las falleras, y llama la atención el fallero de honor, D. Luis Casanova. A quien le guste el futbol le sonará el nombre. Luego sigue la “Relació i explicació” en versos valencianos, para terminar con una breve “versión castellana del argumento”.
A quien me lea en Valencia os deseo unas felices fiestas y al resto os aconsejo que si tenéis la oportunidad, visitéis Valencia en Fallas y os empapeis de fiesta, regocijo y olor de pólvora.

viernes, 6 de marzo de 2009

“Examen práctico del Magnetismo animal” – 1817

.







En la biblioteca de un bibliófilo, evidentemente encuentras libros de diferentes temáticas, tamaños, encuadernaciones, idiomas, etc., pero todos o prácticamente todos tienen en común haber nacido en el taller de algún impresor mas o menos conocido, más o menos antiguo. Siempre resulta excepcional encontrar un manuscrito; precisamente el hecho haber sido copiado por un amanuense o como en este caso, ser las letras que han fluido directamente de la mente del autor a través de su mano, la pluma y la tinta, lo convierten en una singularidad, una pieza única a la que se le debe un cariño especial. Cada trazo, la personal caligrafía, los subrayados, y cada detalle del original trasmiten la personalidad del autor y su estado de ánimo. Todo ello permitiría un estudio grafológico.
El autor de este legajo es solamente conocido en círculos muy especializados de la historia de la medicina, pero puede resultar interesante entrar a leer los personales trazos de alguien que escribió hace casi doscientos años las ciento catorce páginas que componen este curioso escrito.



Antes de entrar a explicar el contenido de este manuscito os haré una breve biografía del autor, se trata de Luis Aquilino Pulleiro, socio de la Real Academia de Medicina de Madrid, primer médico del Hospital Real de La Coruña y titular del Real Acuerdo del Reino de Galicia. De él solo se conoce impresa una pequeña obra de sesenta y cinco páginas en 4º titulada “Daños que ha causado la falta de policía en La Coruña y descripción de las enfermedades que han reynado en su Hospital Militar por los meses de Enero, Febrero y Marzo de 1812” impreso en la oficina del Exacto Correo [s.a.] , [s.l.].

En esta obra se describen los daños que ha ocasionado la falta de policía -entendida como falta de aseo y limpieza- en La Coruña y la descripción de las enfermedades que han sido más comunes en su Hospital Militar por los meses de Enero, Febrero y Marzo de 1812, e informa de la llegada de 342 prisioneros italianos bajo las órdenes de Espoz y Mina, a los que considera los causantes del brote de una epidemia, y de la mortalidad que esta ocasionó entre la población civil y militar. De ella solo aparecen cuatro ejemplares en el CCPBE uno de ellos en la Biblioteca del Senado.

Curiosamente también, esta fue la primera obra de medicina impresa en La Coruña, hay que tener en cuenta que la imprenta no se implanta de forma estable en La Coruña hasta 1806, momento en el cual se funda la imprenta de Viuda e Hijos de Riesgo. Anteriormente solo tengo noticia de una impresión hecha por el impresor compostelano Antonio Frayz en 1679, “Ordenanzas de la Real Audiencia del Reyno de Galicia”. Posiblemente en algún taller móvil, como hizo el impresor sevillano Rodrigo Cabrera que imprimió una obra en Cádiz en 1598.



Este inédito manuscrito es el examen práctico que presenta el Dr. Pulleiro a la Real Academia de Medicina de Madrid. En este examen trata de dar luz con sus experiencias, sobre una doctrina que circulaba entre los galenos de la época, la del “magnetismo animal”, esta doctrina proviene de Franz Mesmer creador e impulsor del mesmerismo, preludio de la hipnosis moderna. Dicho magnetismo animal se suponía que era un fluido universal que circulaba por el organismo humano y animal, cuyo desequilibrio originaba las enfermedades nerviosas. Idea que viene de la concepción del universo, ligado a la alquimia europea de los siglos XVI y XVII.

Tuvo Mesmer muchos seguidores a finales del XVIII y principios del XIX, a pesar de que la idea del fluido magnético fue desechado científicamente por la Comisión Real francesa, compuesta por eminentes científicos de la época, como Lavoisier, Franklin, de Jussieu, etc., en 1785 y nuevamente fue llevada a examen y desechada en 1825. El mismo Edgar A. Poe en su cuento "La verdad sobre el caso del señor Valdemar" nos describe los teóricos efectos de la mesmerización.

En el recto de la primera hoja constan los datos que ya os he facilitado a modo de portada, según podéis apreciar en la fotografía. Al verso de esta primera hoja anota un aforismo de Hipócrates, continúa con una introducción de esta memoria, que os transcribo : “Parece difícil creer que después de tantos escritos como salieron a luz acerca del magnetismo animal, después de muchos años que han corrido desde que se empezo ha hablar de este fenómeno, y después de haber comprendido su examen algunos sabios distinguidos no esté resuelto el problema de un modo satisfactorio, y capaz de extinguir los altercados que todos los dias se renuevan , ya exaltando, ya despreciando el magnetismo. El hecho con todo es demasiado cierto, y los escritos de Montegre y Deleuze publicados en Paris en 1812 y 1813 prueba que la cuestión se halla en el mismo estado de disputa que tenía el año 1784. Doloroso es por cierto que estén divididos los pareceres en un punto que toca tan de cerca de la salud de los hombres, sin que se determine en fin de modo demostrativo, que cosa es el agente llamado magnetismo que [ilegible] pueden sacarse de su aplicación en el [trata]miento de las enfermedades . El espíritu de partido, la falta de crítica y de experimentos, la prontitud en decir, el tesón y vanidad en que sostener lo que una vez se ha pronunciado, eternizaron las contiendas, produxeron las sátiras, y han ocultado la verdad. No me presumo capaz de fijar la opinión, pero si puedo asegurar que me desnudé de preocupaciones para entrar al examen del magnetismo y que todos los casos que presento en apoyo de mis asertos tienen a su favor la verdad, sin exageración ni adorno alguno. Sólo presentado con crítica una serie de resultados puede terminarse la disputa, sin que en lo sucesivo entren en discusiones mal que algunos espíritus turbulentos, a quienes no tranquiliza la razón.”

Continúa esta introducción un par de páginas más pero creo que es suficiente para ver el estilo del Dr. Pulleiro y los objetivos que se marca en este examen.
Realiza una introducción histórica de esta teoría, situando en primer lugar a Paracelso al que tacha de personaje exaltado e imaginativo que rompe con las escuelas de Hipócrates y Galeno. Sigue la introducción durante veintidós páginas para luego explicarnos en los “Procederes” los métodos que emplean los magnetizadores para conseguir los fenómenos en el enfermo por la acción del fluido magnético. Los siguientes capítulos son: Resultados inmediatos particularmente del sonambulismo, Resultados del magnetismo para la curación de los males, Del fluido magnético y Conclusión.

Después de explicar procedimientos, métodos, casos y resultados, todos ellos muy curiosos termina el Dr. Pulleiro con este último párrafo que os transcribo: “En general sonámbulos y magnetizadores proceden de buena fe; a los primeros los alucina en enfermedad, a los segundos en filantropía, y el mismo defecto que en mi entender , se les puede echar en cara, es no haber estudiado suficientemente al hombre enfermo; esta reconvención no les ofende, porque para la mayor parte están muy distantes de hacerse valer por médicos, y si entre ellos hay alguno que profesen esta facultad, creeré que el buen deseo de aliviar sus enfermos, los conduce a dar al magnetismo un valor de que carece. Coruña…..de 1817”.



Este manuscrito en 4º lo adquirí una apartada librería de viejo, venía sin encuadernar y una mancha en la parte superior de algún liquido que lo impregno, oculta algunas palabras del texto. Sólo conservaba una rústica cubierta posterior, dejando la primera hoja al descubierto. Le di un vestido digno y un sitio entre mis libros, pasando del olvido, a mi biblioteca y de allí lo retiro para releerlo y así, ofreceros esta modesta presentación y recuerdo del Dr. Pulleiro.

domingo, 1 de marzo de 2009

“De Libros, Libreros y Bibliófilos” – Valencia 2009



Este es el título de la conferencia dada en el Ateneo de Barcelona en 1943, publicada por el librero Josep Porter, en su libro “Els Llibres” en 1973. De igual manera se podría definir la XXXII Feria del libro antiguo y de ocasión de Valencia. Un encuentro de libreros y bibliófilos en busca de algún ejemplar apetecible, de la larga lista de “apetecibles” que nos solemos elaborar.

En esta ocasión ha sido un inicio de feria duro, las inclemencias del tiempo este fin de semana han hecho que la humedad y el frío, calara en los huesos de libreros y compradores. Por las fechas primaverales en las que se exhibe la feria, la lluvia siempre hace acto de presencia. Este año las casetas han mejorado en amplitud y condición, esperemos que el próximo año el Ayuntamiento de Valencia solucione el acostumbrado embarrado del suelo y mejore la afluencia del público, incluso con lluvia. Hay que aprovechar los primeros días de feria para buscar las mejores oportunidades, ya que siempre cabe la posibilidad de que ese ejemplar que te gusta sea objetivo de otro comprador, por lo que la rapidez es uno de los factores importantes. Así que paraguas en mano y bien abrigado disfruté de un fin de semana de libros. He terminado acatarrado pero contento, con los objetivos cumplidos.

Independientemente de la adquisición de libros también es un momento de encuentro.
Punto de encuentro con libreros, algunos de los cuales solo ves en esta ocasión, por el poco tiempo del que dispongo para poder ir a visitar librerías durante el año o desplazarme a otras ciudades. Resulta muy agradable estos ratos distendidos de tertulia y cambio de impresiones bibliófilas.
Punto de encuentro de bibliófilos, como alguno que he podido conocer por medio de un librero amigo, con los que conectas al instante, al compartir esta pasión común. Y sobre todo.
Punto de encuentro con mi amigo y compañero de blog Diego Mallén con quien he podido disfrutar in situ de los libros, compartiendo nuestras nuevas adquisiciones. Un lujo poder compartir experiencias con un bibliófilo de la calidad humana y la erudición de Diego Mallén. Estábamos como pez en el agua, en nuestro entorno y para conmemorar tal evento nos hicimos las fotos que aquí os muestro en este escenario perfecto, Diego Mallén, Lamberto Palmart y la ilustrada estirpe bibliófilo-librero de los Rafael Solaz









Aunque muchas cosas han cambiado desde que fue pronunciada la conferencia de la que he sacada el título de este artículo, los protagonistas, libros, libreros y bibliófilos siguen siendo los mismos. Ha cambiado, sobre todo, los libros. El libro antiguo se vuelve escaso, es difícil –por pedir que no quede- encontrar buenos libros, con buenas encuadernaciones y completos. En este discurso ya se hace alguna referencia a los precios de los libros y comenta que libros que valían en esa fecha, 1943, quinientas pesetas se vendieron en 1902 por veinte, lo que no sabía el autor es que unos sesenta años después se multiplicaría por dos mil. Pero los libros no entienden de crisis, y nuestra pasión contra viento y marea sortea las inclemencias económicas, y hace que se revaloricen año tras año, para gusto de los libreros que hace que sus negocios funcionen. Es un sabor agridulce, ya que no me importa que mis libros valgan más, lo que realmente me preocupa es que cada me resulta más difícil y más caro encontrar buenos libros. La escasez es otro factor, la expansión de la cultura hace en ocasiones que los propietarios de viejas bibliotecas no se desprendan de ellos, aunque no los aprecien, lo que hace que esos ejemplares no acudan a los mercados. Esta fue una reflexión que tuvo un librero madrileño con el que tuve el placer de hablar y de paso, comprarle un libro.

En fin, en esta ocasión no me alargo mucho más porque voy a disfrutar un rato de mis últimos libros, pero no quería pasar la ocasión de dejar aquí plasmado, aunque fuera someramente, mis encuentros con la bibliofilia este fin de semana.
Os propongo que visitéis esta feria si estáis cerca de Valencia, seguro que encontrareis algún libro que os emocione.