sábado, 14 de marzo de 2009

“Tratao de la Finor y Llibret de Falla”, 1907 y 1946

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Valencia, mi querida ciudad, esta en fiestas. Las fallas inundan los cruces de las calles y las plazas, esos imponentes y barrocos monumentos que desafían las leyes de la gravedad, con sus figuras saliendo de su estructura y avasallando al espectador con sus grotescas muecas. También las hay sencillas, donde la comisión de falleros son los artífices de su monumento que con trabajo, tesón y a guisa de gran manualidad, llevan a la calle la noche del 15 de marzo, “noche de la plantá” su elaborada falla. Con más o menos presupuesto llevan a la calle lo que en definitiva son las fallas, enormes caricaturas tridimensionales donde los valencianos plasmamos nuestras inquietudes, pesadillas, críticas, burlas y sarcasmos de los sucesos y acontecimientos del año que ha pasado. Si, porque para muchos de los valencianos, su cómputo anual empieza y termina con las Fallas. Tal vez sigamos la más primitiva de las formas de establecer el principio y fin de año, y para nosotros empiece el año con el principio de la primavera. Así en la noche de San José, al quemar las fallas, quemamos todo aquello que nos desagradó durante el año, a modo de un gran aquelarre de fuego y pólvora, para empezar con el equinoccio de primavera el nuevo ciclo vital y volver a quemar al año siguiente, al finalizar el invierno, todos nuestros males. Es el eterno retorno.



De este modo hoy siguiendo la filosofía fallera os muestro dos ejemplos de publicaciones, distendidas, criticables, socarronas, realmente sin importancia, pero valencianas y curiosas.
El “Tratao de la finor” cuyo título completo es “Tratao de la Finor o reglas d’Urbanitat que deben saber los chicos pa vivir en sosietat” es un pequeño manual de urbanidad, higiene y buenas maneras escrita, editada y vendida por el mismo personaje. Vendida en la librería Serred, esquina antigua calle Zaragoza, 29 con la calle del Miguelete, 2. Impreso en la Tipografía moderna en la calle de las Avellanas, 11, a cargo de D. Miguel Gimeno Puchades a mediados de Septiembre de 1907, según reza el colofón. Lo curioso de la obra viene en la portada en la que dice “obra original y póstuma del So Nofre de Silvestre puesta en romance bilingüe por José Serred y Mestre”. Y os preguntareis ¿que es el romance bilingüe? buena pregunta, puesto que no lo sé. Pero visto lo leído aquí en Valencia lo definiríamos como una “espardenya” o escrito en churro, que es como se denomina al valenciano mal hablado por los aragoneses que emigraban de tierras turolenses a principios del siglo XX. También se podría comparar con el “espanglish” o con el incipiente idioma SMS o si me apuráis, con el incipiente castellano de las glosas emilianenses, aunque estas fueron el embrión de algo muy bello como es nuestro idioma. Desde el principio podemos encontrar graciosos comentarios como este que os transcribo, al verso de la portada. “NOTA: Es propietat este libro del Autor; el cual advierte que denunsiará al Cusgado á quien lo reimprimiese. Perque tiene poca grasia que uno se calfe el caletre pera escribir una obra, gastando tiempo y aseite, y otro con sus manos zusias, del trebaco s’aproveche. Oco, pues, con lo que se hace y, no chuem en cañetes.” Por cierto se hizo una reedición facsímil en 1978.
La obra muy cortita, está dividida en una hoja de tabla, dedicatoria, prólogo y sumario que ocupan XXIII de preliminares y 27 Págs. del propio tratado que está dividido en sesenta puntos.
La mayoría hacen referencia a temas escatológicos, así que os voy a poner de ejemplo uno referente a los libros; es el numero “43: -No te arremulles el dedo con saliva, cuando pases las hocas d’ un libro, qu’ eso hase de quente inorante, y demuestra poco apresio de lo que los libros valen, pues se arrugan y se llenan d’una roña semejante á esas manchas terrellosas del papel del chocolate, y el que s’ atreve á tocarlos tiene luego que lavarse”.
Indica el autor al final que terminó de escribirlo el 31 de Agosto de 1907 y que es el fin de la primera parte, pero no conozco ninguna segunda parte.



Termino el breve artículo de hoy con la imagen de un “Llibret de falla” del año 1946,de la Falla de las calles Paz, San Vicente y adyacentes. Tiempos de la posguerra, que se nota en lo sencillo de su contenido y diseño. Tanto el principio como el fin del llibret lo ocupan la publicidad que sufraga la edición del llibret. La primera información es la lista de la comisión de la falla, solo la parte masculina, no sé el motivo de obviar a las falleras, y llama la atención el fallero de honor, D. Luis Casanova. A quien le guste el futbol le sonará el nombre. Luego sigue la “Relació i explicació” en versos valencianos, para terminar con una breve “versión castellana del argumento”.
A quien me lea en Valencia os deseo unas felices fiestas y al resto os aconsejo que si tenéis la oportunidad, visitéis Valencia en Fallas y os empapeis de fiesta, regocijo y olor de pólvora.

8 comentarios:

Galderich dijo...

Lamberto,
Felicidades por este par de folletos. A pesar de ello me quedo con el primero y su guasa típicamente escatològica de finales dels s. XIX y principios del s. XX.
Como decimos en Catalunya: "Se n'enfoten del mort i de qui el vetlla!"
Felices Fallas y a disfrutar del olor de pólvora!

Marco Fabrizio Ramírez Padilla dijo...

Sr. Palmart. Como ya es costumbre, cada una de sus entradas se convierte en una agradable sorpresa. Delicioso es la palabra que me viene para describir el Tratado de la Finor Desde el diseño de la portada, las advertencias del escritor- editor y para cerrar con broche de oro, escrita en lo que el autor llama romance bilingüe. Que bueno que se hayan tomado la molestia de reeditarla. Felices fiestas. y Saludos desde México.

lamberto palmart dijo...

Amigo Galderich, gracias por tus comentarios. Como ves en ocasiones la más nimia de las publicaciones tiene su miga.
Sr. Ramírez me alegro de "leerle" por mi blog y que le haya gustado este pequeño opúsculo."Amor librorum nos unit" en la distancia.

Saludos bibliófilos

Diego Mallén dijo...

¡Qué referencias más deliciosamente valencianas! Y el libreto segundo con especiales connotaciones... calle de la Paz, familia Casanova... enfin, gracias por el guiño y como decía mi siempre admirado poeta César González Ruano: "Tú lo sabes / yo lo sé/".
Saludos bibliófilos.

Rui Martins dijo...

Amigo Lambert
Te felicito por este par de folletos. Si bien qué yo conozco muy mal Valencia, este articulo me llamó mía atención por esta ciudad, yo pensó la visítala en setiembre…y quizá nosotros nos podemos encontrar por cambiar nuestras opiniones.
Saludos bibliófilos
Rui

lamberto palmart dijo...

Amigo Rui, obrigado por teu comentário e teu interes por estes curiosos folletos. Espero que nos possamos conhecer em setembro e charlar um momento.

Saludos bibliófilos

Rui Martins dijo...

Amigo Lamberto
Me puedes escribir en castellano, yo leyó los autores españoles qué conozco mejor y gusto de leer en esta lengua (Cervantes, García Lorca, Camilo Cela, Rosalía de Castro, por ejemplo)
Gusto mucho de poesía!
Para entrenares tu portugués te dejo este pedacito de un de los poemas míos preferidos:

Eles não sabem que o sonho
é uma constante da vida
tão concreta e definida
como outra coisa qualquer
como esta pedra cinzenta
em que me sento e descanso,
como este ribeiro manso
em serenos sobressaltos,
como estes pinheiros altos
que em verde e oiro se agitam,
como estas aves que gritam
em bebedeiras de azul.
(..)
Eles não sabem, nem sonham
Que o sonho comanda a vida.
Que sempre que um homem sonha
o mundo pula e avança
como bola colorida
entre as mão de uma criança.

A. Gedeâo - “Pedra Filosofal”
Buena lectura
Saludos bibliófilos,
Rui

Manuel Martínez Llaneza dijo...

Serred llama 'romance bilingüe' al castellano mal hablado y lleno de valencianismos de la gente inculta que se avergonzaba de hablar valenciano e intentaba hablar castellano sin conocerlo.
Su ejemplo más glorioso es el fantástico "Sermón (Sobre La Patria Selestial)" que lleva la apostilla de "con Avemaría y algunas interrupciones cuasi pronunciado por un fervoroso Cura rural de un pueblecito de la provincia de Valencia" que escribió a petición de su amigo el notario Mira Orduña y se editó con portada de J. Benlliure.
El sermón es, al tiempo que una muestra del "romance" (el cura predica en un mal castellano graciosísimo para el que conozca el valenciano, pero se interrumpe para dicutir en valenciano con las beatas, las chicas 'minses' y los niños que dejan los mocos en el banco), una sátira de la simpleza y el oscurantismo religiosos.
Hubo una grabación en discos de 78 rpm que era una verdadera delicia.
Saludos. Manuel Martínez Llaneza